Page 106 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 106
Elías, cuando expuso la política general de go- golpe de Estado del 5 de abril de 1992, como el
bierno con la que yo estaba en desacuerdo. De la tratar de justificar ese atropello constitucional
misma forma, durante el régimen del señor Alan diciendo que por dar una ley de control parla-
García, todo el tiempo estuve en contra de su mentario se había producido un golpe parlamen-
política de gobierno, desde la primera vez en que tario, es realmente algo inaceptable e indefendi-
el señor Alan García, con el aplauso del SODE, ble, algo que no se puede aceptar de quien dice
confiscó los certificados en moneda extranjera; defender al Parlamento como primer poder del
yo estuve en contra, y a raíz de ello tuve un im- Estado. Todo lo cual ha sido ratificado por ese
portante debate con el señor Javier Silva Ruete. libro que siempre nos trae, en el que le daba casi
Y, por supuesto, también estuve en contra de la categoría de Dios a Víctor Raúl Haya de la Torre
estatización de la banca, cuando yo solo dictami- y a todas las ideas del aprismo, de las cuales hoy
né en minoría el proyecto en el Senado, y me batí día reniega. Quien revise detenidamente este
en el Senado contra la estatización de la banca. texto, encontrará, de manera reiterada, su apo-
logía del aprismo y sus postulados, de los cuales
Ahora, si el señor Olivera, o cualquiera otro de hoy reniega. Si eso no tiene el nombre de "opor-
sus imitadores, quiere repetir la monserga de que tunismo político", no sé qué otro nombre se le
yo he estado con algún gobierno, que lo haga, puede dar.
señor Presidente. Nunca he estado en el gobier-
no, salvo tres años de mi vida, cuando fue Pre- Por eso, qué autoridad moral pueden tener quie-
sidente del Consejo de Ministros don Pedro nes son "camaleones de la política", para venir
Beltrán. ¿Y qué he logrado con eso? ¿Qué posi- hoy a tratar de postular algo tan descabellado...
ción he alcanzado? Jamás he sido ministro en
ningún régimen, tampoco he sido embajador en El señor PRESIDENTE. Señor Olivera, la
ninguna parte del mundo; lo único que he conse- Presidencia le solicita que retire esas palabras.
guido es ser representante del pueblo, elegido por
el pueblo. Por tanto, puede seguir el señor Olivera El señor CHIRINOS SOTO (R). ¿Me per-
mite, señor Presidente?
pronunciando inexactitudes acerca de mi perso-
na, como también la vienen expresando otros El señor PRESIDENTE. Cómo no, doctor
señores.
Chirinos.
Voy a terminar manifestando, señor Presidente, El señor CHIRINOS SOTO (R). Yo soy el
como alguna vez dijo Jorge Basadre respecto de ofendido, señor Presidente, y no me voy a tomar
un escritor muy conocido: Todo lo que diga el la molestia de pedirle al señor Olivera que retire
señor de mí, todo, es falso. De manera que no me ninguna palabra.
voy a ocupar más en refutarlo.
El señor PRESIDENTE. Señor Olivera, ¿le
Gracias. está cediendo la interrupción al señor Juan
Guillermo Carpio?
El señor PRESIDENTE. Puede continuar,
señor Olivera. El señor OLIVERA VEGA (FIM). Sí, un
segundo.
El señor OLIVERA VEGA (FIM). Así es,
señor Presidente, pero la verdad histórica es otra. El señor PRESIDENTE. Correcto. Adelan-
La verdad histórica es que hay personas que tie- te, señor Carpio.
nen ese atractivo por el poder del gobernante de
turno, que a la luz de la opinión pública hacen El señor CARPIO MUÑOZ (R). Sólo quince
unas cosas y a puerta secreta otras. Todo se sabe segundos, señor.
finalmente. Esas asesorías palaciegas a los go-
biernos de turno se conocen con el tiempo; y eso No puedo yo defender a quien supuestamente ha
es lo que oculta el doctor Chirinos Soto, pero que sido ofendido. Lo único que quiero pedirle al se-
al sentir popular le ha llegado directamente. Por ñor Olivera, como ciudadano, es que si él hace
eso es que todos lo sindican como parlamentario ese tipo de referencias, en el sentido de que el
del oficialismo, y no de la oposición; y, además, señor Chirinos Soto ha hecho apología del apris-
hoy día mismo ha confesado su militancia en el mo en el libro que menciona, que, por favor, las
oficialismo al discrepar de nuestras posiciones y cite textualmente para conocerlas.
señalarnos como grupo de la oposición.
Nada más, señor.
Pero, en fin, ése es el tipo de argumentos que
nosotros tenemos que rechazar de principio, esos El señor PRESIDENTE. Puede continuar,
argumentos que sirvieron de apología para el señor Olivera.
984