Page 733 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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Reiteramos e insistimos en nuestra propuesta tal  ha conservado esa misma redacción la Comisión
                  como está en el artículo 42º: "El idioma oficial  de Constitución, no tenemos nada que modificar.
                  del Estado es el castellano. En las zonas y las for-
                  mas que la ley establece son de uso oficial el  Gracias, señor Presidente.
                  quechua, el aimara y las demás lenguas aboríge-
                  nes".                                       —Reasume la Presidencia el señor Jaime
                                                              Yoshiyama.
                  Gracias, señor Presidente.
                                                              El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el
                  El señor PRESIDENTE.— Doctor Ortiz de       doctor Carpio Muñoz.
                  Zevallos, tiene la palabra.
                                                              El señor CARPIO MUÑOZ (R).— En primer
                  El señor ORTIZ DE ZEVALLOS ROÉDEL (R).—     lugar, quiero reconocer que el señor Sambuceti y
                  Señor Presidente, muchas gracias.           los congresistas que votaron por debatir por se-
                                                              parado estos temas del capítulo I tenían razón.
                  Nos hemos encontrado los católicos en este Con-  Yo estuve presente, no voté en contra, me abstu-
                  greso con la presencia de un grupo de personas  ve, y pido disculpas, porque, en buen romance,
                  que no profesan nuestra misma religión. Ellos  fue también como votar en contra. Tenían razón,
                  son muy pocos; deben de tener en cuenta la mi-  señor, y sigamos con el debate.
                  noría y la mayoría en este Congreso que los que
                  profesan otra religión y la declaran son apenas  En segundo término, en mi intervención ante-
                  diez.                                       rior me referí a dos asuntos de este capítulo I.
                                                              Me referí al asunto del idioma oficial, y me rati-
                  Nosotros no podemos dejarnos dar lecciones de  fico absolutamente en lo que dije en el sentido
                  religión por personas que no tienen la nuestra;  de que no es necesario darles el carácter de ofi-
                  nosotros tenemos quinientos años ya de haber  cial a los idiomas nativos como el quechua, el
                  sido captados por la religión católica. Tenemos  aimara y otros, porque eso implicaría que no po-
                  también santos: Santa Rosa de Lima, San Mar-  damos utilizarlos como debiera utilizarse un idio-
                  tín de Porres, San Juan Masías. Todo esto revela  ma oficial. Desde los formularios al Impuesto a
                  que es un gesto demasiado vanidoso querernos  la Renta tendrían que aparecer no sólo en caste-
                  dar una lección de lo que debemos hacer.    llano, sino también en quechua, en aimara y en
                                                              todos los otros idiomas. Hasta la Constitución del
                  En la Constitución anterior, en el artículo 86º, se  Estado y todos los actos oficiales tendrían que
                  estableció:                                 ser en esos idiomas, y eso, obviamente, es im-
                                                              practicable.
                  "Dentro de un régimen de independencia y auto-
                  nomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica  De esta manera, haciendo y dictando una dispo-
                  como elemento importante en la formación his-  sición que no se puede aplicar, se devaluaría no
                  tórica, cultural y moral del Perú. Le presta su  sólo este precepto, sino toda la nueva Constitu-
                  colaboración.                               ción que elaboremos.
                  El Estado puede también establecer formas de  Es más, me referí también en un segundo aspec-
                  colaboración con otras confesiones".        to al cambio del concepto del derecho de insur-
                                                              gencia por el del derecho de resistencia, por las
                  Es tan exacta la redacción que ha asumido la  razones anotadas.
                  Comisión de Constitución, que no tenemos por
                  qué variarla; y no podemos aceptar que la pre-  Y ahora quiero referirme al problema de la na-
                  sencia de algunos señores que tienen otras reli-  cionalidad.
                  giones varíen nuestra conducta, nuestro compor-
                  tamiento, un comportamiento que, como está de-  En realidad, me parece que hay una confusión
                  mostrado por los católicos, reconoce la igualdad  conceptual en este aspecto. Se confunde la na-
                  para todas las demás religiones.            cionalidad como concepto sociológico, como con-
                                                              cepto propio de la ciencia social, con la nacionali-
                  Entonces, ¿para qué crear algo nuevo? Es una  dad como efecto jurídico. Son dos cosas que se
                  provocación para todos los congresistas aquí pre-  relacionan entre sí, pero son dos cosas diferen-
                  sentes que se nos quiera imponer una situación  tes, y eso nos ha llevado a tergiversar parte del
                  religiosa distinta a la nuestra.            debate sobre este tema.

                  Si nuestra religión fue suficientemente genero-  Nacionalidad me parece que es, fundamentalmen-
                  sa en la Constitución que estamos derogando y  te, tener una identidad nacional, es la condición



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