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Esto hay que empezar a revisarlo; porque, si no, estamos renunciando a nuestra facultad
como congresistas de la República.
Más aún, hay un consejo fiscal, una especie de gabinete en la sombra, cuyos miembros
son nombrados por el Ministerio de Economía por cuatro años consecutivos y que
podrían ser reelegidos.
Entonces, aquí hay que tener mucho cuidado. ¿Será la ley de presupuesto la que refleja la
voluntad política de un gobierno, o será el presupuesto el que refleja la voluntad de un
poder concentrado y superconcentrado en el Ministerio de Economía? Ese es el primer
tema que es importante dilucidar
Cuando hablamos del presupuesto público, hablamos de la política fiscal; y uno de los
objetivos de la política fiscal es brindar predictibilidad y estabilidad en el gasto público
desvinculándolo de toda fuente volátil. Eso es algo elemental cuando empezamos a
trabajar sobre lo que significa el presupuesto público y cómo lo determinamos.
Pero una economía basada en precios de los minerales, que son precios volátiles, ¿qué
nivel de predictibilidad nos va a dar? ¿Son supuestos firmes de una economía o son
elementos altamente vulnerables de nuestra economía? Creo yo que el Congreso tiene
que empezar a reconocer ese nivel de alta vulnerabilidad; si no, nunca lo vamos a poder
superar, porque nos vamos a sujetar, simplemente, a un modelo económico primario
extractivo y a poner al país en una ‘minero dependencia’.
Tenemos que diversificar nuestra economía, pero no en términos de discurso, no en
términos de hablar solamente del plan de diversificación productiva, sino con políticas
económicas concretas; y ahí yo pregunto: ¿el presupuesto general de la República anima
la plasmación de una estrategia real de diversificación productiva?
Veamos, ¿cómo están el sector agrario, el sector pesquero, el sector industrial? ¿Cuánto
se aporta a los sectores dinámicos de una economía estructural que nos podría llevar
precisamente a diversificar la economía? Simplemente, casi nada.
Pero, si vemos los supuestos y los elementos sobre los cuales se basa la proyección de
este semestre que nos falta y la proyección que se nos da para el presupuesto 2015, se
dice textualmente —y eso está en el marco macroeconómico multianual— lo siguiente:
‘Primero, la consolidación de la recuperación económica estadounidense; segundo, el
mayor dinamismo de la economía china; tercero, la entrada de la producción del
proyecto Toromocho; cuarto, el inicio del proyecto de modernización de la refinería de
Talara’.
Estos son los cuatro elementos a los cuales se sujeta la reactivación en el segundo
semestre: economía estadounidense, economía china. Es decir, ¿nuestra predictibilidad
está basada en seguir prendiendo velas, como sucede en otras economías? ¿O lo está en
la decisión de nuestra economía? ¿O en cómo están nuestros sectores económicos? ¿O
simplemente en la entrada de la producción de Toromocho? Está bien, de acuerdo;
¿pero solamente en eso? ¿Esos son los elementos fundamentales que empezarían a
dinamizar el segundo semestre? Cuando vemos la proyección para el 2015, y se prevé un
crecimiento del PBI del 6%, se dice lo siguiente: ‘Se acelera el ritmo del crecimiento
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