Page 148 - Padres de la Patria
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PROCLAMA DEL CONGRESO A LOS PUEBLOS DE LA REPÚBLICA CON
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                            MOTIVO DE LA PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN


                                    EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEL PERÚ


                  A todos los pueblos de la República

                  Llegó el día en que recogido el fruto más precioso de la independencia, veáis
                  colmados solemnemente vuestros votos. Estáis constituidos y cada página del
                  volumen que se os presenta dará testimonio inexcusable de la conducta de sus
                  autores. Allí veréis si se ha procurado con el más ardiente celo afianzar vuestras
                  libertades o si proyectos ambiciosos les han hecho conservar el puesto a que
                  vuestra  misma  voluntad  los  elevó  espontáneamente.  ¡Pueblos  del  Perú,  ante
                  cuya  opinión  venerada  sólo  deben  triunfar  la  verdad  y  la  justicia!  En  vuestro
                  arbitrio está decidir sobre vuestros Representantes, quienes únicamente exigen
                  de vosotros imparcialidad en el juicio, buena fe en el examen de los hechos que
                  marcan  su  historia  y  un  puntual  recuerdo  de  las  circunstancias  en  que  se
                  reunieron.

                  Todo ha sido dificultades y peligros. Si tornáis la vista hacia el templo de Jano,
                  abierto en casi toda la extensión de la República, contemplaréis desgracias que
                  en poco tiempo dieron orgullo y poder a los enemigos, y a vosotros constancia y
                  ocasión para nuevos incesantes sacrificios; si volvéis sobre el erario, lo hallaréis
                  tan exhausto que es inexplicable cómo en menos de un año se haya mandado
                  cuatro expediciones numerosas al sur, preparándose juntamente otras tres para
                  las provincias interiores y cómo pueda mantenerse hoy un Ejército cual nunca lo
                  ha habido en el Perú; si, para consolaros de tan aciagos males buscáis la paz
                  dentro  de  casa  y  pretendéis  regocijaros  en  la  virtud,  unión  y  sufrimientos  de
                  varios ciudadanos, de quienes debieran de reportar mucho vuestros verdaderos
                  intereses,  os  horrorizaréis  al  ver  encendida  la  tea  de  la  discordia  y  tendido  el
                  lazo  de  la  seducción  sobre  el  cuello  de  éstos,  y  armado  su  brazo  con  el
                  sangriento  puñal  de  la  anarquía;  si,  en  fin,  creyendo  encontrar  inmaculado  el
                  santuario  de  las  leyes,  queréis  lisonjearos  de  la  tranquilidad  de  su
                  pronunciamiento,  os  sorprenderéis  mirando  insultada  nuestra  majestad  en  la
                  disolución  del Congreso,  cerrados por la fuerza  los  labios  de  sus  Diputados  y
                  profanada  su  inmunidad  alevemente,  sólo  porque  tuvieron  fortaleza  en
                  defenderos.  Pues,  en  medio  de  contrastes  tan  terribles,  la  Representación
                  Nacional,  semejante  a  una  robusta  encina  que  no  pueden  desarraigar  los
                  huracanes  más  furiosos,  se  ha  mantenido  hasta  llevar  a  cabo  sus  tareas,
                  cumpliéndole hoy la indispensable gloria de daros Constitución; lo es sin duda,
                  del amor más encendido por la custodia de vuestros derechos sacrosantos.

                  Ella  declara  terminantemente  el  gran  pacto  de  vuestra  asociación  y  fijando  la
                  reciprocidad  del  vínculo  civil  reclama  el  ejercicio  de  vuestras  prerrogativas
                  naturales, negando el carácter imperativo de la ley a todas las resoluciones que
                  pudieran  oponérselas.  La  facultad  de  elegir  al  supremo  magistrado  de  la
                  República,  la  de  influir  casi  inmediatamente  en  el  nombramiento  de  todos  los

                  62  Obín y Aranda, Anales Parlamentarios del Perú, págs. 281-283

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