Page 23 - Rumbo al Bicentenario Nº 19
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El poder de las variedades
estándares
Las lenguas, conviene ser redun- La primera gran estandarización
dante, son vehículos de cultura y del quechua, iniciada en el siglo
formadoras del sentido del mun- XV, permitió a los incas expan-
do. Por tanto, las migraciones dir una cultura soportada en una
constituyen grandes intercambios clara organización política. Quien
biológicos y culturales cuya ver- hablaba quechua era ciudada-
dadera transformación comienza no. El nombre Perú aparece en
con el contacto entre las lenguas. el siglo XVI con una nueva enti-
Muchas comunidades o etnias dad estatal (más precisamente
cedían su gentilicio ante un exó- virreinal), que conglomeró a di-
nimo, es decir, ante una palabra versas etnias cuyas lenguas se
foránea. Además de los mochi- volvieron receptoras de las he-
cas que fueron llamados yungas gemónicas: español, quechua o
en quechua (como lo revela su aimara. Las ciudades fundadas
gramática de 1644), conviene re- a partir de ese momento inaugu-
cordar el mismo origen de una de raron las identidades regionales
las lenguas más populares de los que han llegado al siglo XXI, no
Andes. Los incas, hablantes de sin evidenciar diversos conflictos 23
puquina y aimara, tomaron espe- político-culturales a lo largo de su
cial interés en la lengua hablada historia. Sin embargo, el bicente-
por los pobladores de la cuenca nario nos invita a dejar lado la re-
alta del actual río Pampas en visión histórica para pensar en el
Apurímac. A esta la denominaron futuro de los ciudadanos que no
quechua, etimológicamente valle se ven representados en el apa-
templado, y con ella crearon una rato estatal. Comisión Bicentenario del Congreso
nueva cultura irradiada por Suda-
mérica desde inicios del siglo XV
hasta entrado el siglo XVI.