Page 260 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Volumen  1
                                                             Viscardo y la rebelión de Túpac Amaru
                    Tengo un gusto extremo al imaginarme que V.S. ya no tendrá alguna
            duda sobre la realidad de la revolución del Perú, de las inmensas ventajas que
            hay para Inglaterra y que esta nación nunca tardó en aprovechar la ocasión
            más afortunada que se le presentó. Recuerde V.S. la expedición del caballe-
            ro Narborough bajo Carlos II y la de Anson más reciente, hechas con este
            fin. Hace falta pues que Inglaterra envíe nuevos refuerzos de tropas a aque-
            llos lugares y aún flotas mercantiles para proveer las mercancías que aquellos
            pueblos necesitan absolutamente, por la guerra que ha impedido a España el
            poderlas enviar allí y también por la sublevación. Estoy seguro de que serán
            afortunados los que envíen primero mercancías, pues por el estancamiento de
            la plata de allí y por la necesidad de las mercancías harán ganancias grandísi-
            mas. Ya dije a V.E. con mi boca que cada suerte de paño y sedería de lencería
            y algodón, de hierro bruto y trabajado, de papel, de artículos de quincalla, etc.
            eran provistas por Europa pues allá no se trabajaban más que paños rudos de
            lana y algunas cantidades de algodón para los esclavos y los indios pobres; el
            resto de aquellos habitantes no emplea más que lo que Europa les envía. A pe-
            sar de los enormes impuestos de que estas mercancías estaban sobrecargadas,
            y el monopolio de los comerciantes de Cádiz que las hacían llegar a un precio
            triple y cuádruple del precio que tenían en Europa, ellos seguían teniendo
            buen éxito. Las armas de fuego y las cortantes tienen en esta ocasión que ven-
            derse con mucha atención. S. V.S. tuviese la manera de participar en las prime-
            ras cargas que se expidan al Perú esté seguro que sacaría mayores ganancias
            que en cualquier otro comercio. Los retornos de América son principalmente
            plata, oro, lana de vicuña, vainilla, quina, etc.
                    Habiendo expuesto a V.S. lo mejor que he podido en el espacio limi-
            tado de una carta, el estado de las cosas en aquella parte del mundo, paso a
            recordarle lo que V.S. me hizo el honor de decirme, esto es que si hubiera la
            ocasión de una expedición en el Mar del Sur no sería puesto aparte. Ahora ya
            no hay duda alguna de que hace falta hacer otras expediciones lo más pronto
            posible; ante todo porque el mejor tiempo para esa navegación son los meses
            de noviembre y de diciembre y porque será necesario enviar otros refuerzos
            de armas y mercancías antes de que salga la armada que está preparándose en
            Cádiz, como se dice.
                    Si la pobreza de mi estado no me retuviera, yo volaría a Inglaterra
            y estoy seguro de que por mis ruegos esa generosa nación no se negaría a





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