Page 74 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Descargos del rector del Real Colegio de San Carlos
En las anteriores edades reynaba despótica la filosofía Aristotélica: ella
sola ocupaba, y manejaba el Trono y el cetro de la razón: ¡que mucho, se aplau-
diese, y siguiese como una Ley religiosa la máxima de jurar en las palabras
del Estagirita! Nosotros mismos pensaríamos como nuestros antepasados, ó
á lo ménos guardaríamos silencio, si no se hubieran variado las circunstan-
cias, ó hubiéramos vivido en sus tiempos. Pero hoy, que el mundo literario
piensa de otro modo: hoy que aun en España no solo los Colegios seculares,
sino también los regulares, y algunas de sus Universidades han mudado de
faz á sus estudios: y sobre todo, hoy que en esta misma Capital no solo el Real
Convictorio, sino lo que es mas, los Reverendos Padres Agustinos, y los de la
Buena-Muerte siguen otros sistemas opuestos al antiguo, sin escándalo de los
demas cuerpos regulares, y acaso con aplauso de sus individuos particulares,
¿que cosa hay que nos embarace? que mas debemos esperar?
Nuestra misma Universidad ¿no es cierto, que por espacio de veinte
años examina á los Carolinos en la Filosofía que estudian, los aprueba y da
por suficientes é idoneos, para que pasen á estudiar la Teología, ó la Jurispru-
dencia, asentando en sus libros las partidas de los exámenes, y Conclusiones
generales de esta misma Filosofía? ¿No es igualmente cierto, que para los Gra-
dos mayores y menores, y que en las mismas Conferencias del curso anual se
defienden libremente opiniones y sistemas enteramente opuestos al de Aristó-
teles, presidiendo y replicando en estas mismas actuaciones los Catedráticos
de la Escuela? ¿No es también constante, que los Carolinos Catedráticos de
Artes concurren con sus discípulos en los días de curso, y les explican en las
Aulas de la Universidad la misma Filosofía que estudian en el Convictorio? ¿Y
que hechos mas reiterados, mas públicos y auténticos se podrían desear para
ultimo convencimiento de que la misma Real Escuela no solo tolera y permite,
sino que también en cierto modo adopta y abraza el cultivo y estudio de una
Filosofía libre, y que comunmente es conocida baxo del nombre de Moderna?
En lo que ciertamente es digna de nuestros reconocimientos y aplausos; pues
no ha sido obstáculo para que la razón recupere sus prerrogativas, y falsifica
con su sabia condescendencia la aserción de Condillac, de ser las Universida-
des impedimentos para el progreso de las Ciencias.
¿Y por ventura no es palpable, que todo esto nos conduce como por la
mano, á adoptar este ú otro nuevo método de Oposiciones, mas acomodado á
las ideas y estudios del día, y á la educación literaria de los jóvenes de San Car-
los? ¿Que inmenso trecho hay que caminar para tocar y pasar á este extremo?
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