Page 54 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Reflexiones sobre el Plan de Estudios del Colegio de San Carlos
Aunque algunos modernos impugnan los silogismos Heinecio reco-
noce su utilidad et he sunt speciales (habla este sabio critico de su formación
en sus elementos Logicos —par. 1. Cap° 2° prop. 82) quas licet hodie vili-
pendere soleant, qui a solidiore doctrina abhorrent, utilísimas temen quotidie
experiuntur, quiqunque veritates investigandae studio tenentur ¿Quomodo
enim veritatera quis investigavit, nini raciocinando? ¿Es quis serecte ratioci-
natum persuasus ejse potest, nisi regulas bonas raticinationis perspectas ha-
beat. Solida ergo hace sunt, ultipleraque, que hodie vulgo displicente?
De este mismo sentir son Wolfio en varios lugares de su Logica: Dupin
en el methodo de estudiar Theologia Cap° 25 Mabillon de estudios Monásti-
cos Cap° 10: Sain Aubin en su tratado de la opinion Tomo 2°, pág. 6 y otros
sabios, que fuera prolixo referir.
Y a la verdad, siendo el raciocinio el exercicio mas noble de potencia
mental combinatoria, por cuio medio, según advierte Piquer en su Lógica,
descubre, averigua, junta, compone y descompone las cosas entre si según les
corresponde el arte qe. ha dispuesto y enlazado las nociones de manera qe.
se presenten subcesivamente con ord. y claridad dando reglas exactas para la
formación de los silogismos, lexos de ser acrehedor al insensato desprecio de
algunos filósofos modernos, debe reputarse por una de las obras mas sublimes
de el entendimiento de los mortales.
DERECHO NATURAL Y DE GENTES
Después de dar los A.A. de el Plan una idea clara y distinta de el dro. na-
tural pasan a convencer la importancia de su estudio con oportunas reflexiones.
Siendo el dro. natural (como decia Cicerón) «non scripsed nata lexi-
quem non didicimus accepimus, legimus, verum ex-natura ipsa arripiumas
hausimus, expressimus: ad quam non docti sed factinon institute sed ambus-
timus», se sigue por necesaria consequencia, que es eterno e inmutable, como
qe. contiene las Leyes primitivas, qe. nos dictó el Supmo. Autor de la natura-
leza y se hallan gravadas en nuestros corazones, comunicándonos un intimo
discernimiento de lo justo y lo injusto, y de las obligaciones que nos ligan con
Dios, con nosotros mismos y con nuestros semejantes.
Como el dro. de gentes no es mas que el mismo dro. natural aplicado
a los hombres, en quanto viven en sociedad, es visible el estrecho enlaze que
tienen sus nociones y preceptos.
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