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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de Toribio Rodríguez de Mendoza
            la lectura de las obras existentes qe. nos ha dejado la Antigüedad en todos los
            ramos de literatura.
                    En ningún Reyno habrá en esta parte una misión mas culpable que en
            este, ya por la insuficiencia de los Maestros qe. abren Aulas, ya por la ansia im-
            prudente, con que anhelan los Padres, a que sus hijos avanzen en los estudios
            sin advertir, que estos adelantamtos. son aparentes y superficiales, como que
            no están fundados sobre la solida base de la instrucción en el Ydioma latino;
            cuio defecto les es despues irreparable, haciéndolos mirar con tedio los Libros
            elementales de las ciencias y conduciéndolos a veces la dificultad de conmpre-
            henderlos a un despecho y abandono, que pueden producir las mas lastimosas
            consecuencias.
                    Esta consideración dictó a los A.A. de el Plan el arbitrio de poner una
            Aula de latinidad, en que los estudiantes, que aspirasen a entrar en el Colegio
            debiesen permanecer un año entero empleando los seis meses primeros en la
            vercion de los oficios de Cicerón, y en hacer composiciones, según los precep-
            tos y reglas de Rollin, y los otros seis meses en traducir la Methaficica y Lógica
            de Ernesto.
                    Yo conceptuo qe. supuesto que deben haber estudiado Gramatica y
            dar su examen respectivo, sin variar de objeto, sería mas conveniente, que esta
            Aula fuese de Rethorica, en que se estudiasen algunas sencillas reglas de este
            arte tan necesario para fixar el buen gusto y hallar con pureza, elegancia y co-
            rrección, haciendo aprehender solo a los Discipulos a aquellas voces thecnicas
            de las figuras mas usuales, sin pretender enseñarles toda la vasta terminología,
            con que se han recargado esta ciencia pr. cuio medio solo se ha conseguido el
            hacerla mas confuza, ocupando la memoria con una nomenclatura, no menos
            útil que embarazosa.
                    Como el designio de establecer esta enseñanza se dirige principalm-
            te. a facilitar a los colegiales la inteligencia de la lengua latina, no podemos
            adoptar el pensamto. de Pedro Simón Abril, que deseaba se diesen los pre-
            ceptos de este arte en el idioma castellano, en cuio caso hubiéramos preferido
            el bello tratado qe. escribió Dn. Anto. Campomani con el titulo de Filosofía
            de la elocuencia, en qe. según advierte se empezó en su Biblioteca Española,
            substituye a las reglas esteriles y minuciosa, con que suele fatigar la memoria
            de los Jovenes, exemplos analizados, que puedan exercitar fructuosamte. su
            juicio, enseñándoles por este sensillo medio a evitar los desordenes a qe. suele
            precipitarse la imaginación sin esta guia.



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