Page 586 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen 4
Expediente sobre la indemnización por los bienes perdidos
Excelentísimo señor
Los yndividuos que subscriven el presente recurso vecinos de la ciu-
dad de Huánuco ante Vuestra Excelencia con el respeto devido dicen: que el
señor Gobernador Yntendente de aquel Departamento ha remitido á Vuestra
Excelencia con ynforme de quince del pasado y bajo del N° 222 las diferentes
actuaciones obradas sobre el escandaloso saqueo que se hizo en dicha ciudad
de Huanuco en seguida a la insurreccion que allí se suscitó. Los suplicantes
estaban firmemente penetrados de que el mencionado xefe en virtud de las
sentencias de vista y revista pronunciadas en la causa criminal de dicha pue-
blos y delinquentes de ellos executoriada la indemnización que los pueblos y
delinquentes de ellos deben hacer á los respectivos interezados de la iniqua
agresion que sintieron en sus propiedades y con que han sido enteramente
destruidos, tratase inmediatamente de realizar la indicada indemnizacion en
los terminos que piden la justa y el buen exemplo; que razon hay para que
unos honrrados ciudadanos que vivian en el reposo de sus hogares á la som-
bra de las leyes y baxo del apoyo de la protección del govierno; en un solo
momento sin culpa alguna, ni otra causa que el influxo de la arbitrariedad;
despotismo y abandono de los discolos vean desaparecida enteramente toda
su suerte, taladas sus propiedades, robados sus haveres, desplomados todos
sus giros y entregados francamente al sacrificio no solo sus propios intereses
sino aun los agenos que manejaban.
Pero con dolor advierten por termino de esa ominosísima escena que
en medio de los desastres y ruinas que el mismo señor Yntendente ha presen-
ciado con extremecimiento y comulsion, su caracter bondadoso y nimia con-
sideracion así a los yndios y á la muchedumbre le hace considerar dificultosos
y aun [ilegible] los medios que se han discurrido oportunos para el reintegro
de semejante daño. Y que en vez de contraerse á el, agolpa en su informe un
monte de dificultades con que es preciso que al fin triunfe la impugnidad en
obsequio de la clase y numero de los delinquentes y que los desgraciados con
cuyos bienes se han enrriquecido tantos iniquos y traidores sufran la durísima
condicion de no poder revindicar sus enormes quebrantos. Que administra-
cion esta tan impropia; y que exemplo tan perjudicial para los pueblos donde
es preciso sepan ya los buenos y leales vecinos que su suerte pende solo de la
arbitrariedad de los malvados, por que en el acto que una explocion violenta
atropelle su sosiego y sus propiedades, la muchedumbre de los ynsurgentes y
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