Page 22 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen 3
Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
un asunto de tanta gravedad se ha de servir Vuestra Señoría mirarlo con cle-
mencia, no descargando sobre él todo el braso de la justicia que le amenaza,
como lo espero, juro a Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz en la forma
que me corresponde, y en ánima de mi parte no proceder de malicia, etc.
Santos de la Vega (Rubricado).
(Dos hojas en blanco)
(Parte superior derecha)
Andrés, José Manuel y Juan de Dios Rodríguez Menor.
(Al margen)
Huánuco Mayo 20 de 812. A los de su materia = Gonsales (Rubricado).
Ante Mi: Nicolás Ambrocio de Ariza (Rubricado). Mariano Flores
(Rubricado).
Señor Governador Yntendente
Don Juan Martín y Yábar defensor nombrado de Andrés, José, Manuel
y Juan de Dios Rodríguez, como mejor proceda de derecho, ante Vuestra Se-
ñoría paresco, y Digo: Que por los Autos obrados con motivo de la Ynsubrrec-
ción resultan contra mis partes, la criminalidad que está patente, con cuio
motivo, no he querido produsir Ynformación alguna, sino solamente haser
ver a la penetración de Vuestra Señoría de que obraron seducidos, y mal acon-
sejados, siendo el autor, y causa de las desgracias que padesen Fray Marcos
Martel, cuio capricho siguieron sin ninguna premeditación.
Es de advertir que Andrés no se halló en las Juntas, ni prestó dictamen
alguno, como está de manifiesto por lo obrado; dentró últimamente como uno
de tantos forzados, por los yndios insurgentes, ya sin poder desprenderse por
que esponía de lo contrario a un lastimoso catástrofe, por lo que considero,
que su criminalidad no es de tanto peso.
El Menor Juan de Dios, éste como muchacho, no hiso otra cosa que
seguir, viendo que estavan en esas funciones, su padre, y hermanos, sin deli-
beración alguna, y así lo considero ageno de toda culpa, pues el ni se señaló, ni
hizo cosas que no fuesen de un doméstico, sugeto a seguir los dictámenes de
los suios, y así por una parte como ninguna, y por otra como hijo obediente
los acompañó en la fuga, por lo que como é dicho no es digno de castigo, ni de
ninguna criminalidad, por todos motivos, y por que las Leyes lo favoresen: en
estas circunstancias.
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