Page 212 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen  1
                            Relación verídica y auténtica de la revolución que estalló en la ciudad de León de Huánuco
            Intendente, pienso será la razón por que se retarda el castigo a esos infames y
            se queden muchos en la impunidad; un castigo pronto hubiera obrado mucho,
            por que el delito debe castigarse cuando el delincuente excita la abominación
            y no cuando es objeto de lástima. Compadece ver trabajar tanto al Intendente
            en un asunto tan claro: Los Pueblos han sido alzados. Han cometido homici-
            dios, robos y toda especie de crímenes que merecen la pena de muerte, ¿para
            qué es formar causas, llenar la Carcel de gente y trabajar tanto? Estos trámites
            legales necesarios en otros casos son superfluos en el dia y no se si diga per-
            judiciales. Es preciso si las cosas han de reducirse a papeles, emplear muchos
            meses, hacer gastos enormes, y al fin no se logrará de este modo un castigo
            y un remedio cual debe intentarse. Dénse facultades al Intendente seguro de
            que se dan a un Magistrado que no conoce otro de mejores calidades que la
            Monarquía Española, no puedo hacer de él una pintura que pintando al justo,
            al desinteresado, al desprendido de si mismo y de todo interés que no sea el de
            la Religión y la Patria. En Lima no se habra dado todo su valor a su pronta lle-
            gada, a su victoria y entrada en Huánuco, pues, sepan los que no se lo dan que
            si en esta época no es el Señor Prada Intendente de Tarma, para la fecha las
            siete Provincias están en insurección, perdido el, cerro mineral y cometidos
            los mayores horrores; mas este hombre santo nada le parece hecho, y aun en
            sueño piensa recomendarse por haber sido el apaci guador de este torbellino, que
            hubiera sin duda perdido el Reino. Así obra el justo y así el Intendente de Tarma.
                    Yo no sé las medidas que se tomarán por el Superior Gobierno para la
            seguridad de la Ciudad de Huánuco y su Provincia, este es un punto en que
            debe pensarse mucho; si aquella Ciudad queda sin fuerza ninguna para resis-
            tir alguna invasión de los indios o de los de ella misma, aseguro salen todos
            los vecinos europeos que viven en ella, y muchos criollos; oí al Intendente
            hablar al Cabildo y principales para que juntándose propusiesen las medidas
            de seguridad que deben tomarse, más yo no se propondrán por ellos una que
            merezca aceptación.
                    Huánuco es Ciudad interesante, su temperamento, situación y mil ca-
            lidades la recomienda, y es un dolor se abandone cuando atendida pudiera
            ser mucho más de lo que es; repito lo que dije a Vuestra Señoría Ilustrísima, a
            costa de cualquier sacrificio es preciso plantar en ella docientos vecinos hon-
            rados y quitar otros tantos pícaros, el modo de hacerlo es perteneciente a las
            Superiores Luces del Gobierno; éste para el caso es preciso que sepa que Huá-
            nuco por su situación está a igual distancia de los extremos de la Intendencia



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