Page 211 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Huánuco de 1812
            abiertamente la insurección, procesó al Cura propio Don Francisco González,
            y sostenía la voz de los indios que no debía haber Cura Europeo, y no quisie-
            ron admitir al Teniente que les ofrecía dar Misa y seguir en su Administración;
            sé que el Cura Moreno se ha excusado para esto diciendo que la Comunidad
            le pidió Cura, y que por eso mandó al Licenciado Ruiz; más, el Vicario de la
            Provincia Doctor Aynath estaba entonces en la Provincia y Doctrina de Huá-
            car, y jamás se apartó de ella más de una legua, a donde podía haber remitido
            la petición de los de Huácar, más tratábase de un Cura europeo y todo se hizo,
            y el de Santa María del Valle era un limeño contra quien no podía hacerse
            nada, a pesar de haber abandonado mucho antes la Doctrina. Yo no sé como
            justificar estos hechos, y solo puedo decir que la llegada de las Batallones ha
            hecho santos a todos, que hubieran sido no sé que si no llegan tan pronto.
                    La casa del Cura de Huácar fué saqueada, y la del valle no se tocó,
            púsose Cura al primero, no al segundo; no he visto en los términos que está
            el nombramiento que tuvo para Huacar el Licenciado Ruiz, y que se tiene in
            scriptis, él está preso, pero creo que no se han examinado sus hechos como
            corresponde, que si se examinasen algo se descubriría. En Cayna también des-
            obedeció el Licenciado Don Fernando Gaytán, y siguió con la Administración
            con la voz de los indios, produciéndose con este buen Cura por palabra y por
            escrito: Gaytán es un Clérigo huanuqueño de perversa conducta, pero hoy
            es santo gracias a las ballonetas. No sé lo que intentaron los huanuqueños
            con lo espiritual, ni puede saberse por que no tuvieron tiempo de aclarar sus
            designios, algo pudiera saberse si se inquiriese con cuidado lo cierto, y que la
            pronta llegada del Intendente ha excusado a Vuestra Señoría Ilustrísima de
            saber tenía en su Metrópoli una nueva progenie de Curas.
                    En Huánuco es cierto que al regreso de los indios de Ambo y derrota
            de la Partida de los europeos que fué primero se cantó una Misa con Altar
            portátil en la Plaza con Diáconos y lujos, que todos dicen fué en acción de
            gracias por la victoria de los indios, pero que el Cura dice fué la Parroquial y
            no se cantó en la Iglesia por que los muchos indios no cabían en ella; más, en
            la Iglesia Mayor de Huánuco, jamás se han cantado estas misas parroquiales
            a los indios que tiene otra Iglesia llamada la Parroquia, y mucho menos con
            Diáconos y el lujo de repiques que tuvo aquello. Dejemos esto, y solo digamos
            que hay más mal en la aldehuela que el que suena.
                    El gran número de causas que están siguiendo los insurgentes y la
            limitación de las facultades que cero ha concedido el Supremo Gobierno al



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