Page 208 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen 1
Relación verídica y auténtica de la revolución que estalló en la ciudad de León de Huánuco
esto lo pierde. De él pende la tranquilidad del Reyno, y sino hay castigos fuertes
antes de dos años tendremos la misma, o peor funcion.
Dia 29. Nada hemos savido de particular mas que la confirmacion de
lo que llevo dicho. Algunas personas que vienen de Huanuco se quejan de la
lenidad del Yntendente y del inmoderado cariño que hace a los yndios de los
Pueblos alzados, y temen no tendrán enmienda, por lo que sé de varios veci-
nos que ofrecen sus fincas varatas y fiadas. Savemos que oy se dijo en Huanuco
que salia la Tropa para Huamalies, y segun se informa son 200 hombres. Estos
sobran para acabar con aquellos 4 yndios que no valen para nada.
Yo salgo mañana temprano para Huanuco a visitar al Yntendente
como se lo prometí a mi despedida de el en este Pueblo. En el termino de ocho
dias estaré de vuelta, y impuesto de algunas particularidades las comunicaré a
Vuestra Señoría Ylustrísima.
Mi Doctrina en sosiego, y se acava de hacer la Semana Santa en los
Pueblos que lo tienen de costumbre con la misma solemnidad que siempre.
Nuestro Señor Guarde a Vuestra Señoría Ylustrísima muchos años.
Huariaca 29 de Marzo de 1812.
Ylustrísimo Señor
Doctor Pedro Angel de Jadó (Rubricado).
(Al pie de página):
Ylustrísimo Señor Arzobispo de Lima.
Ilustrísimo Señor.— Dije a Vuestra Señoría Ilustrísima en mi último
parte, pasaba a la Ciudad de Huánuco con los objetos de visitar al Señor Inten-
dente e imponerme en algunas circunstancias de la revolución de Huánuco,
para anticiparlas a Vuestra Señoría Ilustrísima. En los días que he estado allí
he visto y sabido ser cierto cuanto tengo comunicado, ya sobre el origen de la
revolución, ya sobre sus progresos, y en fin cuanto anuncié conjeturando.
La derrota que sufrieron los indios en Ambo impuso un terror inex-
plicable en todos los Pueblos sublevados, y desde la entrada de las Tropas en
Huánuco fueron presentándose al Intendente alegando los habían engañado
los de Huánuco. Así lo había yo pensado porque a más de saber el origen de
la insurrección, conozco al indio que en sus excesos se disculpa siempre con
otro; yo vi llegar a varias Comunidades con la mayor impudencia devolviendo
parte de los robos hechos en la Ciudad a entregarlos al Depositario nombrado
para ello, y asegurando que en nada han sido reos, pues fueron llamados por
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