Page 339 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
Excelentísimo señor:
He leído con refleja y circunspecta exactitud las dos Obras que V. E.
se ha dignado remitir a mi Censura y son las mismas que dijo el Dr. Don
Joseph Baquíjano en la Real Universidad de San Marcos el día 29 del pasado.
Entonces se apoderaron de mi espíritu la admiración y el asombro, afectos que
vi sensiblemente pintados en el semblante de todo el Auditorio, y con razón,
porque, aunque era mucho lo que se esperaba de las grandes luces, y privile-
giados talentos de su Autor, con todo creímos había excedido en la prueba la
expectación en que estaba el Público. Pero como no era cordura fijarme en la
idea que concebí de su perfección, por sólo aquel examen tan ligero, y el único
que permitió la precipitada velocidad con que fueron pronunciadas; confieso
que vivía desconfiado de estas impresiones, como efecto de la sorpresa, y no
de la reflexión. Aún me hallaba sobrecogido de cierta especie de perplejidad
que me causaba este recelo, cuando de orden de V.E. llegaron a mi mano am-
bas piezas. El estímulo de la curiosidad, y el deseo de obedecer prontamente
el precepto Superior de V. E., me entregaron con ansioso anhelo a su lectura,
y está confirmando, y aun sublimando a grado más eminente aquel concepto
que formé al oirlas, con un placer más dulce, y más tranquilo ha renovado en
mi corazón los mismos sentimientos.
La primera Pieza, que es la Exposición o Comentario de la Ley que le
tocó en suerte, es una Disertación metódica erudita, y Sabia. Pone por aserto,
o por Teorema la máxima legal, que resulta de las palabras en que se halla con-
cebida, y lo demuestra con copiosa erudición, selecta y oportuna, tomada de
los mismos Códigos de la Legislación de Roma. Toca con primor, y magisterio
la controversia, que ha excitado entre los mejores Intérpretes la sentencia del
jurisconsulto Quinto Servilio Scevola, autor de la Ley, y esparce en todas par-
tes con inimitable artificio las doctrinas, que apoyan su sistema, y que sirven
para enervar las dificultades, y argumentos, en que fundan su dictamen los
partidarios de Fabro. En pocas palabras: la ciencia del Derecho hace el fuste
de la Relección, la fina literatura, y el buen gusto la adornan, la hermosean,
y embellecen. Estoy persuadido, que a los que no tengan un conocimiento
anticipado de los fondos del Dr. D. Joseph, les será increíble que las pocas ho-
ras que se dan de término, le hayan bastado para darle la formación, y orden
con que se presenta. Digo darle la forma, porque el acopio de los inmensos, y
preciosos materiales, que entran en la composición de esta excelente obra sólo
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