Page 324 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
P. 324
Volumen 1
Oposición a la cátedra de Prima de Leyes de la Real Universidad de San Marcos de Lima
de Justiniano: Praua autem consuetudo, dice, prout accepimus, et detestabilis
inoleuit, quoniam Monachi, et Regulares Canonici, post susreptum habitum, et
professionem factam, spreta BB. Magistrorum Benedicti, et Augustini regula,
leges temporales, et Medicinam, grada lucri temporalis, adsciscunt. Auaridae
namque flaminis accensi, se Patronos causarum faciunt: et cum Psalmodiae, et
Hymnis uacare debeant, gloriosae uocis confisi munimine, állegadonum suarum
uarietate, iustum, iniustumque, fas, nefasque confundunt. Attestantur uero Im-
periales Constitutiones, absurdum, et opprobium immo esse Clericis, si peritos
se uelint disceptationum esse forensium. Huiusmodi temeratores grauiter ferien-
dos, Apostólica auctoritate decernimus. Ipsi quoque, neglecta animarum cura,
Ordinis sui propositum nullatenus attendentes, pro detestanda pecunia sanita-
tem pollicentes, humanorum curatores se faciunt corporum. Cumque impudi-
cus oculus impudicicoráis sit nuntius: illa, de quibus loqui erubescit honestas,
non debet Religio perpractare. Ut ergo Ordo Monasticus, et Canonicus Deo pla-
cens in sancto proposito inuiolabiliter conseruetur, ne hoc ulterius praesumatur,
Apostólica auctoritate interdicimus. Episcopi autem, Abbates, et Priores tantae
enormitati consentientes, et non corrigentes, proprus honoribus expolientur, et
ab Eccle- siae liminibus arceantur.
Este canon tuvo algún efecto en la parte de la medicina; pero se in-
terpretó la prohibición del derecho con sobrada benignidad; de modo, que
aunque se abstuvieron de la profesión de Abogados, con todo estudiaban le-
yes, porque se juzgaban útiles para la inteligencia de los cánones. Esta inter-
pretación la autorizaron después con el dicho del señor Lucio III., que en su
decretal dirigida al obispo de Padua el año de 1181., y es el canon 1. del Lib. 5.
de las Decretales, tít. 32. De noui operis nuntiatione. Dice: Sicut Leges non de-
dignantur sacros Cánones imitari, ita et sacrorum Canonum statuta Principum
constitutionibus adiuuantur. Con esto creció el abuso dedicándose de nuevo
los monjes, y regulares a la medicina, y a las leyes bajo del especioso pretexto
de que, con el estudio de estas facultades se hacían más capaces de cuidar de
los negocios de la comunidad, y de asistir mejor a sus enfermos; bien que mu-
chas veces se les convenció, y reprendió de que sus miras eran menos caritati-
vas, y más interesadas, y que el amor de la gloria, y del dinero eran los únicos
estímulos de su aplicación.
Para quitarles todo pretexto, y extirpar de raíz este abuso el señor Alexan-
dro III en el concilio Turonense, que celebró el año de 1163, contra el antipapa
Víctor, y que él mismo presidió, renovando la prohibición del Concilio Latera-
323