Page 202 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1

Volumen 1
Repercuciones del «Elogio»
la pintura de los pueblos que aman y veneran a su rey. Si los americanos del
Perú sienten como el orador, él mismo los delinea y los demuestra mejor que
puede el que represente al rey el carácter de los seducidos y malos, pues por lo
que hace a mí, he tenido una escrupulosa vigilancia en no comprender a los de
sano juicio y que son capaces de sostener el mérito de su patria. Los que pien-
san aquí con la libertad que el autor de quien hablo, son conocidos, enmen-
dados éstos, apenas habrá país más digno de la recomendación y el aprecio de
su majestad en toda especie de estimaciones; el curarlos para siempre pende
de un solo golpe no sangriento a que ellos propios se han venido para libertar
esta América de su contagio
No se puede abrir por parte alguna este papel sin verle con horror y
con pena de que haya quien hable así, y use de los pasajes truncos de que usa
para ennegrecer a nuestro gobierno de las Américas: El va a correr por toda la
Europa y a brindar con un retrato que se tendrá por verdadero y sacará satis-
facciones de nuestros rivales, bien en nuestra contra.
Iba a citar otros pasajes, u otras expresiones inflamadas del criminal
espíritu que contiene este impreso atrevido, pero no quiero hacer más difusa
su narración. Vuestra excelencia le ha de oír o ver por sí propio; el rey dispon-
drá que se reconozca y examine por sabio consejo y decidirá si es conforme
a la crítica situación del día, o si quien quiere que la majestad y respeto del
estado se gobierne por el modo que él desea, le conoce durable y seguro. Si
los vasallos fuéramos los que debíamos, así podría ser, pero cuán difícil es que
pensemos todos de este modo, lo votará quien conoce al hombre y lo que tiene
enseñado la historia de todas las monarquías.
Este impreso vocea las doctrinas con que aquí se vive en vasallos y
ciudadanos por algunos queriendo que los demás hagan lo propio; describe el
poco respeto y veneración que se da al Ministerio contra quien le entenderán
cuantos le lean; y él mismo informa lo mucho que padece el bueno que siente
al contrario y al ministro que cumple su destino; no hay palabra que sea una
adulación grosera y falsa, o una osadía formal contra nuestro alto gobierno, y
para concluir acaba con el Nemo rex animis imperare potest de Quinto Curcio
aplicado a sus falsas ideas; su ánimo es hacer un gobierno a su medida como
lo logra peligrando, más qué puedo decir, la soberanía de su majestad en esta
tierra. Y creyendo que no me equivoco en entenderle, voy a demostrar la parte
que me falta en favor y justicia del administrador de esta real Aduana que es
comprendido en sus maldiciones.

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