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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
con que se ha manejado en servicio de Su Majestad y alivio de los de nuestra
parte; y la verdad so cargo del juramento que fecho tiene y siéndole leída esta
su declaración en ella se afirmó y ratificó, y dijo no comprenderle las generales
de la ley y que es de edad de cuarenta y un años, y lo firmó de que doy fe.- En-
mendado: des. -Vale.
Simón Gutiérrez
(rubricado)
Miguel de Acuña
Escribano de Su Majestad y Público
(rubricado)
(Al margen: Testigo Don Ignacio de Arriola)
En la ciudad del Cuzco en cuatro días del mes de julio, año de mil
setecientos ochenta y uno. Por ante mí el Escribano la parte del dicho Don
Juan Antonio Figueroa, para la información que está mandado se le reciba,
presentó por testigo a Don Ignacio de Arriola, natulral de la /.33 Provincia de
Guipuzcoa, reyno de España, y residente al presente en esta dicha ciudad, de
quien en virtud de la comisión que me es conferida le recibí juramento y lo
hizo por Dios Nuestro Señor y a una señal de cruz, según forma de derecho,
bajo del cual ofreció decir verdad de lo que supiere y fuere preguntado; y sién-
dolo al tenor de las preguntas incertas en el escrito de la foja primera declaró
lo siguiente.
1° A la primera pregunta dijo, que con la ocasión de haberlo preso al
testigo el traidor indio José Gabriel Tupa Amaro en el pueblo de Tungasu-
ca, mandándolo traer del pueblo de Ayaviri, el día dos de diciembre del año
próximo pasado de mil setecientos ochenta, supo por noticias que le dieron
los demás prisioneros, que estaban en la casa de dicho traidor y el mismo Don
Juan Antonio, que ya estaba presocomo habiendo ido a ver al dicho pueblo de
Tungasuca dicho Don Juan Antonio al Corregidor de aquella provincia Don
Antonio Arriaga, a que éste le pagase los tres mil pesos que le estaba debiendo,
para ayudarse a los costos de las fábricas de los puentes de dicha provincia,
lo habían preso y maltratado los mestizos, que estaban puestos para el efecto
en casa de dicho traidor, de suerte que echó mucha sangre por la boca, de los
golpes que le dieron al tiempo de dicha su prisión. Y responde.
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