Page 738 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            verdad de lo que supiese y fuese preguntado y siéndolo al tenor de las pregun-
            tas incertas en el escrito presentado por dicho Don Juan Antonio, declaró lo
            siguiente:
                    1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 6°, 7° y 8° A las preguntas primera, segunda, tercera,
            cuarta, quinta, sexta, séptima y octava, dijo que las ignora y responde.
                    9° A la novena dijo, que en orden a ella le consta por haberse hallado
            presente en el cerro de Piccho con toda la gente de su compañía, que se com-
            ponía de ciento nueve hombres que hicieron frente a rebelde a tiro de fusil,
            bajo de la artillería de dicho rebelde, como Don Juan Antonio de Figueroa,
            que la había gobernado, la manejaba con tal arte para que no ofendiese a los
            de nuestra parte, pues en el espacio de una hora y media que se mantuvieron
            en el combate la tarde del día ocho de enero, no se experimentó /.32 otro daño,
            que el haber muerto a un soldado del declarante y algunos otros, que fueron
            heridos, esto es de su compañía. Que habiéndose manejado del modo que
            se debía hubieran perecido todos sus soldados y que el que murió, no puede
            asegurar si fue de algún fusilaso o de alguna bala de la artillería. Que por esta
            buena acción, que hizo dicho Don Juan Antonio, fue aplaudido por todo este
            vecindario como es público y notorio. Que asimismo, es cierto, que habién-
            dose continuado el acampamento en el cerrro de Piccho el día siguiente, por
            la tarde nueve de enero, se huyó dicho Dan Juan Antonio Figueroa del cam-
            po del rebelde y se vino a nuestra parte y dió noticia al Coronel Don Isidro
            Guizasola, que era el Comandante, como al tiempo de la huída había dejado
            un cañón, que estaba cargado en una mula, lo que presenció el declarante y
            con este motivo le pidió venia a dicho Comandante para ir si podía recogerlo,
            la que se le concedió y en compañía de Don Francisco de Morales, Don José
            Castañeda y otros, partió a aquel lugar; y hallado que fue dicho cañón, lo man-
            dó conducir el declarante a sus expensas e hizo manifestación de él a dicho
            Coronel Don Isidro Guizasola y después lo tuvo muchos días el declarante en
            su cuartel, hasta que de orden del Señor Comandante General Don Gabriel de
            Avilés, se entregó al Comandante de Artillería, y responde.
                    10° A la décima pregunta dijo, que se remite a lo que tiene declarado
            en la antecedente. Y responde.
                    11° A la undécima dijo, que la ignora. Y responde.
                    12° A la duodécima y última pregunta dijo, que lo que lleva dicho y
            declarado es público y notorio, pública voz y fama, como el haber demostrado
            dicho Don Juan Antonio Figueroa en todas sus acciones el amor y lealtad,



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