Page 726 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
1° la primera pregunta dijo, que con la ocasión de estar enseñando
la Latinidad a un niño nombrado Tiburcio Figueroa, hijo legítimo de dicho
Don Juan Antonio Figueroa, le acompañó a éste al pueblo de Tinta, que de su
hacienda de Quipococha iba a construir tres puentes, que corrían a su cargo y
habiendo dado principio con el de dicho pueblo de Tinta, estuvo el testigo con
dicho Don Juan Antonio, el espacio de tres meses, poco más o menos; y como
para los gastos precisos de dicha construcción necesitaba dinero, determinó
partir para el pueblo de Tungasuca dicho Don Juan Antonio, con noticia que
tuvo, de que el Corregidor de aquella provincia Don Antonio Arriaga, hizo
revolver la cama de Tinta a Tungasuca, juzgando que se venía a esta ciudad;
y en efecto salió el día domingo por la mañana, cinco de noviembre del año
próximo pasado de setecientos ochenta, acompañado del dicho su hijo Tibur-
cio y de un mozo tucumano, que le servía, cuyo nombre no tiene presente, a
cobrar alguna plata /.21v de los tres mil pesos pertenecientes a la construcción
de dichos puentes, que le había prestado al dicho Don Antonio de Arriaga.
Y que habiendo sido el testigo preso el día siete de dicho mes de noviembre,
por la noche, juntamente con la mujer de dicho Don Juan Antonio, de orden
del rebelde José Tupa Amaro, y conducidos a Tungasuca, tpo allí el testigo y
lo vió al dicho Don Juan Antonio, que estaba preso juntamente con dicho su
hijo y el mozo tucumano; y asimismo vió al dicho Don Juan Antonio con la
boca partida, por el labio de arriba, por donde arrojaba sangre y que habién-
dolo destinado el dicho rebelde, al testigo, al mismo cuarto o calabozo, donde
estaba preso dicho Don Juan Antonio, le expresó éste, que el día de su prisión
lo habían maltratado de aquella suerte, por haber querido defenderse y que
lo propio decían los mozos que se hallaban, allí, familiares de Tupa Amaro y
responde.
2° A la segunda pregunta dijo, que el día nueve de dicho mes de no-
viembre, dispuso dicho Don Juan Antonio Figueroa, hallándose en compañía
del testigo, de Silvestre Valer y del dicho Don Tiburcio Figueroa, su hijo, y su
mujer, Doña Andrea Esquivel, quitarle la vida al dicho José Tupa Amaro, po-
niéndose todos al grave riesgo de perder sus vidas, para cuyo efecto tenía car-
gados los veinte y nueve fusiles, que el dicho indio traidor, le había dado para
componerlos, y determinaron pasar inmediatamente a sacar de la prisión, que
desde antes había padecido dicho Don Antonio Arriaga, como también Don
Bernardo de la Madrid, Don Manuel José San Roque y a los demás presos,
que estaban en sus respectivos calabozos, para que todos ellos le ayudasen a la
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