Page 728 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
                    6° A la sexta pregunta dijo, que es cierto, que estando dicho Don Juan
            Antonio Figueroa, cuando le mandó el rebelde cargar la fusilería, para ir a la
            expedición de Sangarará, vió el testigo cargar la fusilería con las balas anti-
            cipadas y la pólvora encima, comunicándole que así cargadas despedían los
            cañones las balas, una cuarta delante de la boca del cañón y que lo hacía a fin
            de que los mestizos, que iban con el manejo de estas armas, no ofendiesen a
            los de nuestra parte. Y que fue descubierto en el hecho, por lo que el indio
            Tupa Amaro, hubo de matarlo, dando para esto más (palabra ilegible) los mes-
            tizos, que a gritos pedían lo ahorcasen a dicho Juan Antonio Figueroa. Que
            el rebelde /.2 dudoso todavía del hecho, le hizo cargo al dicho Figueroa, qué
            cómo había hecho esa maldad, quien respondió diciendo, que no había tal y
            que registrase los demás fusiles, que habían vuelto a traer de dicha expedición
            y que los mestizos le levantaban este testimonio, porque tal vez, solamente se
            ocuparían en sustraer los expolios, según volvían los demás fusiles, conforme
            cargo (habiendo previsto para esto, por si acaso fuese descubierto algunos
            fusiles bien cargados, que hizo quedar en el cuarto donde estaban presos) a lo
            que el rebelde, luego al punto pidió un sacatrapo y mandó descargar y regis-
            trar los fusiles y habiendo hallado con las cargas correspondientes, confirmó
            su verdad y se vió libre de la muerte dicho Don Juan Antonio Figueroa. Y
            responde.
                    7° A la séptima pregunta dijo, que es cierto que el rebelde llegó a tener
            muchas armas de fuego y que las entregó al cuidado de Don Juan Antonio
            Figueroa para que las compusiese y 1im~. desconfiando ya de dicho Figueroa
            para cargarlas, por el antece dente hecho y que es cierto, y pasó a vista del
            testigo, que componía para la vista de dicho rebelde, algunas armas y después
            las descomponía, y cuando las entregaba a los soldados del rebelde las daba
            aflojando los tornillos, con el fin de que se arruinasen, como en efecto sucedía
            así; y que es cierto, que las repartía sin orden ni cuenta a los mestizos, con la
            mira de que se apropiasen y se desapareciesen /.23v a fin de que el rebelde
            quedase con pocas armas y que las mejores escopetas, que se hallaban entre las
            armas del dicho rebelde, las regalaba a los mestizos, por dos fines, lo primero
            por aminorar las dichas armas y lo segundo, por tenerlos gratos y a su favor,
            porque estos dichos mestizos a cada paso andaban con cuentos y mentiras,
            que le ponían a punto de perder la vida al dicho Don Juan Antonio Figueroa.
            Y responde.





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