Page 730 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
en dicho cerrro de Piccho, porque /.24 cuando salió el rebelde de Tungasuca,
por el mes de noviembre a tomar esta ciudad, se deshizo el testigo de la com-
pañía del rebelde, desde el pueblo de Sangarara (sic) juntamente con el hijo
y la mujer del dicho Juan Antonio Figueroa, a cuyo ruego por hallarse emba-
razada dicha su mujer y manifestar que se hallaba impedido su hijo, por una
quemazón de pólvora desde la rodilla hasta la barriga, no podía acompañarle,
condescendió el rebelde, a que se quedasen dichos, su hijo, su mujer y el testi-
go, para cuya consecución el testigo a los pocos días dijo, que era clérigo y se
abrió corona cuando lo prehendieron, para que fuese fácil el deshacerse de la
compañía del rebelde y que Don Juan Antonio Figueroa, le hizo el bien de per-
suadir así al rebelde y a su mujer, como a toda la gentulla, que sólo le faltaba
al testigo el orden de Presbítero, para cantar su misa, y que así todos lo tenían
por tal, que de esta suerte pudo eximirse de acompañarlo al rebelde y que por
lo que dicho Don Juan Antonio Figueroa, le había comunicado que se había
de huir del poder del rebelde, y que tratase el testigo de zafar con el hijo y mu-
jer del citado Figueroa, haciendo juicio de que estaban ya a las inmediaciones
de la ciudad; en efecto el testigo zafó con dichas personas a la otra banda del
río y pueblo de Pilpinto, que estaba y está a favor de esta ciudad, y que por /.25
hallarse ya fugitivo de la parte de los alzados para esta ciudad, tuvo noticias de
lo contenido en dicha pregunta y que así lo decían los de la misma ciudad, que
se hallaban defendiendo en el cerro de Piccho. Y responde.
10° A la décima pregunta dijo, que la ignora. Y responde.
11° A la undécima pregunta dijo, que es cierto, que oyó decir a Don
Juan Antonio Figueroa, que los arrieros conductores de las cargas del rebelde
se habían descuidado con las cargas de pólvora, porque se habían caído al río;
más al presente y por entonces no supo que era por industria de dicho Don
Juan Antonio, sino cuando éste se lo avisó, pues cualquiera cosa, se lo comuni-
caba a el testigo, por reconocer su fidelidad. Asimismo, dice ser cierto y haber
pasado por su vista, que en el cuarto donde estaban presos en Tungasuca, en-
terró Don Juan Antonio Figueroa halas, piedras y algunas piezas de llaves de
escopeta, como se puede registrar en dicho cuarto, donde así estaban presos,
enterró el testigo una carta, que escribió dicho Don Juan Antonio Figueroa
al Coronel Don Miguel Torrejón, dándole parte de cómo estaban y que no
habiendo hallado persona de quien fiar dicha carta, respecto de que las cartas
escritas de sus mismos pariente. del rebelde, volvían a traer los conductores de
ella al rebelde, diciendo que las leyese y que no sea que haya algo contra él, por
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