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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            lsidora Flores y que está preso con el motivo de que haga una declaración
            y es la siguiente:


                    Que habiéndose venido de Arequipa en compañía de dicha su mujer
            con el fin de avecindarse en esta del Cuzco, trayendo tres cargas de aguardien-
            te y una de vino, para comerciar con ello. Que dichos aguardientes los traía un
            arriero nombrado Manuel Talavera, quien venía con Ótros conduciendo va-
            rias cargas pertenecientes a un fulano Romero y otros sujetos seglares y reli-
            giosos, que venían para esta ciudad. Que estos venían por distinto camino del
            que el confesante se condujo, siendo su causa de que siempre los arrieros bus-
            can caminos de pastos para sus mulas, aunque rodeen y dicho confesante se
            vino por el carretero en compañía del padre del Cura de Sibayo Don Francisco
            Rivero, Don Pedro Bailón y otro mozo, cuyo nombre ignora. Que dicho padre
            del Cura de Sibayo se quedó en el. Que Pedro Bailón y dicho mozo, se pasaron
            para Caylloma y el confesante siguió su camino al destino que traía, que llega-
            do que fue al Pueblo de Y auri asomó a la casa de un Don Juan de Meza a su-
            plicarle lo hospedase a él y su mujer aquella noche, en cuyo acto le preguntó
            dicho Meza, que de dónde era, a lo que le respondió ser de Arequipa y volvió-
            le a preguntar qué si no sabía las novedades que corrían y la orden que el tenía
            de Josef Tupa Amaro, dijo, que no, como /. 4v que lo ignoraba, a lo que le re-
            plicó, diciéndole que Josef Tupa Amaro, había conseguido una Real Cédula de
            Su Majestad y la tenía en su poder, cuyo contenido le dijo era el que dicho
            Tupa Amaro ahorcase a todos los corregidores, que quitase los repartos, adua-
            na, alcabala, mitas de Potosí y obvenciones de curas, y como quien le compro-
            baba lo dicho le mostró una esquela escrita por el tal Tupa Amaro al mencio-
            nado Meza, en la que le decía a que a todos los indios y españoles se la
            mostrase y que parase una horca en medio de la plaza (la que vió el confesan-
            te) y les dijese que se condujesen a alcanzarlo a la Provincia de Chumbivilcas
            o donde estuviese, para seguir su derrota. Que el declarante, digo confesante,
            le notificó había de ir a alcanzar a Tupa Amaro y diciéndole que tenía su mujer
            y dos caballerías que cuidar le respondió dicho Meza que la dejase en la casa
            donde estaba viviendo una india arequipeña, a lo que le contestó el confesante
            que estaba corriente y que allí se iría a hospedar y con efecto lo hizo y estuvo
            dos días, y la tercer noche, después de haber conquistado a dicha india arequi-
            peña a fin de que lo acompañase hasta Yanaoca o donde ella quisiese salieron
            a cosa de las once de la noche como fugitivos de Meza, quien le había requeri-



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