Page 692 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
la causa criminal, que de oficio de justicia se sigue contra ellos, por complici-
dad que se le imputa en la sedición de José Tupa Amaro.
1a Primeramente, digan los testigos si saben y les consta o han
oído decir, que estando Don Francisco Molina en el pueblo de Sicuani Mel-
chor Castelo le intimó orden del rebelde, José Tupa Amaro, a nombre del Rey
Nuestro Señor y en virtud de comisión que supuso tenía del Excelentísimo
Señor Virrey de estos reynos, para que al punto pasase al pueblo de Tungasuca
y estuviese a sus órdenes.
2a Iten. Digan si saben y les consta o han oído decir, que ha-
biéndose escusado Don Francisco Molina de ir a Tungasuca el expresado Mel-
chor Castelo o su hijo, al día siguiente, le repitió el orden en compañía de
muchos soldados.
3a lten. Digan si saben y les consta o han oído decir, que el re-
belde José Tupa Amáro, mandó poner una horca en el pueblo de Sicuani; e
igualmente ordenó por bando, que los que no obedeciesen sus órdenes murie-
sen en ellas y que impelido Molina de este grave temor pasó a Tungasuca y no
de su propia voluntad.
4a lten. Digan si saben, les consta o han oído decir, que en Tun-
gasuca dicho Molina interpuso muchos ruegos y súplicas al rebelde, para que
le permitiera regresar a Sicuani, donde dejó a su mujer gravemente enferma,
más no quiso acceder a ellos, antes le mandó que no se moviese de Tungasuca
, bajo de la protesta de que en su contravención daría orden de que lo matasen
y por esto se vió precisado a mantenerse en dicho Tungasuca, en calidad de
preso, siempre coacto y forzado.
/.34 5a Iten. Digan si saben, les consta o han oído decir, que
aunque Molina acompañó al rebelde en las expediciones que hizo para San-
garará, Piccho y Paucartambo, siempre fue coacto, forzado y compelido del
gravísimo miedo de que le quitase la vida sino lo hacía.
6a Iten. Digan si saben, les consta o han oído decir, que aun-
que pasando por el pueblo de Sangarará, Don Mariano de la Cuba, Don Juan
Antonio de Olaguibel y otros sujetos de la Provincia de Lampa, le eligieron a
Molina por su Coronel, con aprobación del rebelde, mas él ni aceptó dicho
empleo, ni lo ejerció en manera alguna y aún reconvenido por el rebelde, so-
bre que no daba órdenes, ni hacía cosa alguna, le respondía que él no tenía a
quienes mandar, por no haber concurrido los indios de Lampa.
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