Page 307 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
cuales son el unco, que es una especie de camiseta, yacollas, que son unas
mantas muy ricas de terciopelo negro o tafetán, mascapaicha, que es un círcu-
lo a manera de corona de que hacen descender cierta insignia de nobleza an-
tigua significada en una mota o borla de lana de alpaca colorada, y cualesquie-
ra otros de esta especie o significación, lo cual se publicará por bando en cada
provincia para que deshagan o entreguen a sus corregidores cuantas vestidu-
ras hubiese de ellas de esta clase; como igualmente todas las pinturas o retratos
de sus incas, en que abundan con extremo las casas de los indios que se tienen
por nobles, para sostener o jactarse de su descendencia, las cuales se borrarán
indefectiblemente, como que no merecen la dignidad de estar pintados en
tales sitios y a tales fines, borrándose igualmente o de modo que no quede
señal, si hubiese algunos retratos de éstos en las paredes u otras partes de fir-
me en las iglesias, monasterios, hospitales, lugares píos o casas particulares,
pasándose los correspondientes oficios a los muy reverendos arzobispos y
obispos de ambos virreinatos por lo que hace a las primeras, substituyéndose
mejor semejantes adornos por el del rey y nuestros otros soberanos católicos
en el caso de necesitarse; también celarán los mismos corregidores que no se
representen, en ningún pueblo de sus respectivas provincias, comedias u otras
funciones públicas de las que suelen usar los indios para memoria de su di-
chos antiguos incas, y de haberlo ejecutado darán cuenta certificada a las se-
cretarías de los respectivos gobiernos. Del propio modo se prohiben y quitan
las trompetas o clarines que usan los indios en sus funciones, a las que llaman
pututos, y son unos caracoles marinos de un sonido extraño y lúgubre, con
que anuncian el duelo y lamentable memoria que hacen de su antigüedad, y
también el que usen o traigan vestido negro en señal del luto que arrastran en
algunas provincias como recuerdo de sus difuntos monarcas y del día o tiem-
po de la conquista, que ellos tienen por fatal y nosotros por feliz, pues se unie-
ron al gremio de la iglesia católica y a la amabilísima y dulcísima dominación
de nuestros reyes. Con el mismo objeto se prohibe absolutamente el que los
indios se firmen incas, como que es un dictado que le toma cualquiera pero
que hace infinita impresión en los de su clase, mandándose como se manda a
todos los que tengan árboles genealógicos o documentos que prueben en al-
guna manera sus descendencias con ellos, el que los manifiesten o remitan
certificados y de balde por el correo a las respectivas secretarias de ambos vi-
rreinatos, para que allí se reconozcan sus solemnidades por las personas que
diputen los excelentísimos señores virreyes, consultando a Su Majestad lo
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