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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
tan mal, y otras veces nada, porque se alzan a mayores.
Para salir de vejámenes que padecemos todos los provincianos, sin
excepción de personas, aún eclesiásticas [tarjado e ilegible] ocurren muchas
veces a nuestros privilegios, preminencias y excepciones para contenerlos y
luego atropellan las mercedes reales, por mejor decir menosprecian los su-
periores mandatos, arrebatados de sus intereses de donde nace un proloquio
vulgar. Que las cédulas reales, ordenanzas y provisiones están muy bien guar-
dadas en las gavetas y escritorios.
Lo más gracioso y sensible es que concluído el quinquenio, o bienio,
quedan santificados en sus residencias para ejercer otro corregimiento, ha-
ciendo representaciones falsas con perdimento de respeto a la real corona, y es
la razón que los jueces de las residencias y sus escribanos, o son sus criados o
dependientes o están pagados o se componen, [tarjado: fuera de esto] los cu-
ras dan sus firmas a su favor, porque estos les prometen hacer buenos oficios
en la corte. Los caciques por miedo o por ser pagados de sus salarios, o por ser
sus compadres o por verse violentados, echan sus firmas, de estos unos salen
bien, porque [tarjado: al fin] llevan siquiera medio salario, por decirles que no
son confirmados, y ellos ajustan al rey todo entero. Otros salen mal porque
se va todo en esperanzas, y hecho el favor ni aprecio les hace, y se quedan sin
paga; en este particular informaría a vuestra señoría tantas cosas que he visto
[tarjado: como cacique antiguo y] experimentado en veinte y más años a esta
parte y de este modo prevalece la injusticia contra la justicia, debiendo suce-
der lo contrario, para la extirpación de los vicios.
(Al margen: Lo más. [tarjado: ilegible... las provincias]. Y otros garabatos).
[tarjado: Qué prevenciones, qué diligencias, qué ruegos y encargos no
tiene hechos nuestro real monarca, como si para remediamos no fuera sobe-
rano... ilegible grande paz y sosiego en estos sus vastos reinos].
En las leyes, 1, 13, 16, libro 6, título 1 de la recopilación ordena su
magnánima grandeza, que se conserven nuestras vidas y estados, según pide
nuestra naturaleza, sin que .nos extraigan de un lugar a otro menos de veinti-
cinco leguas y nó más; a las minas de Potosí y Huancavelica, tenemos que ca-
minar más de tres meses sin que seamos pagados por los mineros del leguaje
de ida y vuelta, cuando está mandado por ordenanza; fuera de que tampoco
el trabajo [tarjado: nos] pagan, por verlos no muy peritos en el laboreo, mu-
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