Page 249 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            tan mal, y otras veces nada, porque se alzan a mayores.
                    Para salir de vejámenes que padecemos todos los provincianos, sin
            excepción de personas, aún eclesiásticas [tarjado e ilegible] ocurren muchas
            veces a nuestros privilegios, preminencias y excepciones para contenerlos y
            luego atropellan las mercedes reales, por mejor decir menosprecian los su-
            periores mandatos, arrebatados de sus intereses de donde nace un proloquio
            vulgar. Que las cédulas reales, ordenanzas y provisiones están muy bien guar-
            dadas en las gavetas y escritorios.
                    Lo más gracioso y sensible es que concluído el quinquenio, o bienio,
            quedan santificados en sus residencias para ejercer otro corregimiento, ha-
            ciendo representaciones falsas con perdimento de respeto a la real corona, y es
            la razón que los jueces de las residencias y sus escribanos, o son sus criados o
            dependientes o están pagados o se componen, [tarjado: fuera de esto] los cu-
            ras dan sus firmas a su favor, porque estos les prometen hacer buenos oficios
            en la corte. Los caciques por miedo o por ser pagados de sus salarios, o por ser
            sus compadres o por verse violentados, echan sus firmas, de estos unos salen
            bien, porque [tarjado: al fin] llevan siquiera medio salario, por decirles que no
            son confirmados, y ellos ajustan al rey todo entero. Otros salen mal porque
            se va todo en esperanzas, y hecho el favor ni aprecio les hace, y se quedan sin
            paga; en este particular informaría a vuestra señoría tantas cosas que he visto
            [tarjado: como cacique antiguo y] experimentado en veinte y más años a esta
            parte y de este modo prevalece la injusticia contra la justicia, debiendo suce-
            der lo contrario, para la extirpación de los vicios.

            (Al margen: Lo más. [tarjado: ilegible... las provincias]. Y otros garabatos).


                    [tarjado: Qué prevenciones, qué diligencias, qué ruegos y encargos no
            tiene hechos nuestro real monarca, como si para remediamos no fuera sobe-
            rano... ilegible grande paz y sosiego en estos sus vastos reinos].
                    En las leyes, 1, 13, 16, libro 6, título 1 de la recopilación ordena su
            magnánima grandeza, que se conserven nuestras vidas y estados, según pide
            nuestra naturaleza, sin que .nos extraigan de un lugar a otro menos de veinti-
            cinco leguas y nó más; a las minas de Potosí y Huancavelica, tenemos que ca-
            minar más de tres meses sin que seamos pagados por los mineros del leguaje
            de ida y vuelta, cuando está mandado por ordenanza; fuera de que tampoco
            el trabajo [tarjado: nos] pagan, por verlos no muy peritos en el laboreo, mu-



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