Page 248 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
            apalearlos y tratarlos tan mal, siendo sus cómplices en sus iniquidades, [tarja-
            do: no solo a estos, sino aun a otros comprovincianos nuestros, así seculares,
            como curas y sacerdotes, persona de todo respeto] por decir que dependía de
            los [tarjado: primeros] grandes de Castilla [tarjado: así con ilegible venía…
            ilegible manejo… ilegible]; fuera de esto su mal genio, elación y no sober-
            bia, dió mérito a toda la provincia para fabricarle su ruina. De qué le sirvió
            ser hijo de Júpiter [tarjado: si su] cuando sus obras fueron viles. No menos
            hostilizadas estarían las demás provincias, que tal vez estarían con señales de
            juicio, como lo hizo el corregidor [tarjado: de Carabaya] Urbiola, con los de
            su distrito, y por este motivo se han indultado en destruir a sus corregidores,
            aún siendo de otros obispados [tarjado: han logrado del indulto, aún en otro
            obispado], sin que yo los conozca ni hubiese puesto mis pies, ni menos algu-
            nos de los míos que a no [tarjado: haber] tratándonos sus mercedes [tarjado:
            con grandes ilegible sin... ilegible hubiese sucedido tal ilegible... aliados y sus
            secuaces... ilegible... graves... ilegible tales... ilegible].
                    Los corregidores nos apuran con sus reparos hasta dejarnos lamer la
            tierra; parece que van de apuesta para aumentar sus caudales, en ser unos peo-
            res que otros. Diga el corregidor de Chumbivilcas don Gerónimo Zugástegui
            y Soronda, que en término de dos años quizo sacar con más aumento lo que
            su antecesor [tarjado: había hecho] en cinco, [tarjado: al fin ilegible... mucho...
            ilegible caudal que... ilegible... en el cúmulo... ilegible].
                    Son los corregidores [tarjado: tan] químicos que en [tarjado: vez de]
            hacer del oro sangre que nos mantenga, hacen de nuestra sangre oro, para sus-
            tento de su vanidad, [tarjado: viendo pues su difícil cumplimiento, porque las
            provincias ilegible] nos oprimen en los obrajes, chorrillos, cañaverales, coca-
            les, minas y cárceles. En nuestros pueblos, [tarjado: sin darnos libertad] en el
            mejor tiempo de nuestro trabajo nos recogen como a brutos, y ensartados nos
            entregan a las haciendas para el laboreo, sin más socorro que nuestros propios
            bienes, y a veces sin nada.
                    Los hacendados viéndonos peores que esclavos, nos tratan tan mal,
            haciéndonos trabajar desde las dos de la mañana hasta que al anochecer apa-
            recen las estrellas, sin más sueldo que dos reales por día; fuera de [tarjado:
            estos nos] apensionarnos los domingos con faenas, con pretexto de apuntar
            nuestro trabajo, cargándonos en nuestras cuentas aún las cosas que por omi-
            sión de ellos se pierden, y con echar vales parece que pagan. Yo que he sido
            cacique tantos años he perdido muchos [tarjado: miles] así porque me pagan



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