Page 551 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
P. 551
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
adoracion a los que consideran autores de sus honores y se inclinen a aquellos
de quienes les viene esta dicha y de aqui una memoria tan viva de sus estatutos
que ya desearian se renovasen aquellos imaginados siglos de oro, en que ape-
tecen vivir, tal fuerza les hace meditar a todas horas esos prototypos de su ve-
neracion que les subvierte totalmente la fidelidad. Y que dire, si consideramos
que no solamente se extiende nuestro descuido a aquella parte sino en publi-
cos festines combites procesiones y otros actos, aun entrando los de religion,
vemos que los yndios, no usan otros adornos que de los que se vallan en su
gentilidad? Prescindo de la permitida embriaguez, vicio que entre ellos no se
prohibia y que hoy es el mayor aliciente de sus fiestas. Notorio es, lo que de
ello se experimenta en la solemnidad del Corpus Christi, que es el mayor cul-
to en este lugar, en que se ven por esta causa dos mil desacatos e indecencias,
que tal vez no se conocen en los pueblos mas abandonados; hablo si de la
permision de trajes e insignias con que conserban aquella memoria. Vistense
diferentes marchas en el trage de los yncas, reducido a unas mantas muy ricas
de terciopelo negro o tafetan, que llaman yacollas, acompaña el unco que es
una especie de camiseta hasta la cintura, tambien negro o quando mas muzgo;
en la cabeza lleban un circulo a manera de corona que llaman mascaypacha y
esta se guarnece de varios penachos y piedras preciosas depende cierta insig-
nia de nobleza antigua significada en una mota de lana colorada de aquella
especie de quadrupedos que ellos llaman allpaca. Las extremidades de hom-
bros, rodillas y anterior parte de los pies, se adornan de unos mascarones o
figuras doradas o plateadas segun sus calidades y en las manos lleban ciertos
espontones o adargas que llaman champi, con un escudo en que va gravada la
ymagen del Ynca o la del Sol, su adorada deida. Asi proceden estos supersti-
ciosos en todos sus regocijos y festividades, aunque sean las mas sagradas y
tan frequentemente que no hay fiesta, sarao o diversion, en qualquiera parte
del obispado, en que no se practique siendo lo que mas lastima mi corazon el
haver observado en la visita que hize el año pasado, como introducen al San-
tuario estas vanas observancias, vistiendo la ymagen del Niño Dios con el
unco y demas insignias referidas, notando lo mismo en algunas pinturas que
nos persuaden adorar unicamente al verdadero Dios quando le ven en el trage
de sus yncas, que tenian por deidades o que mezclar el mas religioso culto con
supersticiosas exterioridades. Las trompetas o clarines que usan son ciertos
caracoles marinos que llaman pututus de un estraño sonido y tan lugubres que
verdaderamente anuncia el duelo que hacen y lamentable memoria que
550