Page 302 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 11º
mas vistas y revistas, los alegatos y razones que tengo dadas en todo el cuerpo
de esta mi carta, la culpa no es nuestra, sino causa de la precipitacion de ellos
y de los ministros que no trayendo a colacion las prevenciones reales han he-
cho de las suyas sin reflexion, solo afin de que los correxidores, con mayor
fuerza y encono regresen a recobrar sus intereses y con sus atropellamientos
bolber a alborotar de nuevo las provincias, aseguro a vuesa señoria que ha
haber los señores del cavildo u otros ministros executado segun Ordenanzas,
nada de esto hubiera habido y solo reparo que en varios pueblos circumbeci-
nos, tambien ha havido fracasos y desastres de esta naturaleza con los correxi-
dores y precedidas circunstancias han quedado sosegados con la mayor tran-
quilidad y solo nosotros alborotados y maltratados. Digo ahora que habra
motibos de perdon para unos y para otros de castigo cumplase en todo la vo-
luntad divina, pues no atribuyo a otra cosa, sino a sus altos e incomprehensi-
bles juicios. Para mayor prueba de nuestra fidelidad que debemos prestar a
nuestro monarcha y señor ponemos nuestras vidas y corazones a sus reales
plantas para que de nosotros determine y haga lo que fuere de su real agrado,
que como somos sus pobres yndios que hemos vivido y vivimos debajo de su
real soberanía, no tenemos adonde volver sino sacrificar ante esas soberanas
aras nuestras vidas, para que con el rojo tizne de nuestra sangre, quede satis-
fecho ese real pecho. Y si mi poca reflexion me precipitó en haver embiado
embajadores con papeles disonantes a la real regalía, castíguenme a mi solo
como a culpado y no paguen tantos inocentes de todos estados por mi causa,
pues como hasta hoy no babia habido, quien reparase los reales haveres y de-
fendiese la parte del rey mi señora que se guarden y practiquen a la letra sus
reales ordenes, me he expuesto a defenderlo como descendiente de los reyes
yncas, señores que fueron de estos reynos con demostracion de la grande fide-
lidad, amor y rendimiento que devo prestar y presto a la real corona de Espa-
ña, en cuyas reales sienes brilla luciente la corona de este reyno para honrra y
gloria de nuestra nacion. Y si esta accion tan heroica que he hecho en dolerme
de sus reales haveres en desterrar a los traidores del real corona, en buscar el
alivio del Perú, consiguiendo de este modo el sosiego de este reyno, con el fin
de aumentar el real herario y en caso necesario aun con ayuda de sus españo-
les a que estan prontos con el fin de que se nos quiten tantos pechos de repar-
tos, aduanas etcetera. Y si soy digno de castigo pronto estoy a sacrificar mi
vida con el fin de que todos se rescaten y se cumpla en mi el morir para que
otros vivan. La retirada de Paucartambo me ha sido muy sensible por los
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