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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de autos, que se tienen manifestados y constan, el primero de veinte y cinco
foxas y el segundo de sesenta y nueve. Otros dos quadernos se siguieron sobre
el tumulto de los días trece y veinte y siete de abril de setecientos ochenta en
los que estan insertas las cartas del cura reo, sobre él, con las respectivas vistas
fiscales en que le juzga complicado el Fiscal en el dicho tumulto y estos se em-
biaron a Lima originales de orden de la Real Audiencia en la competencia con
el corregidor Arriaga, asuntos de excomunion y apelacion de este Juez; de los
que por confession del Notario Mayor Don Antonio Felipe de Tapia, no quedó
testimonio alguno; por cuya causa se le ha arrestado, hasta que a su costa le
saque y venga de Lima; y verificado se instruirá lo demas que acusa y conven-
se la mala versacion en el ministerio y conducta del Cura Don Justo Martinez
que claramente se demuestra con el informe, que de orden de su Ylustrissima
le hizo el Doctor Don Juan Josef Palomino, Cathedratico de Prima de la Uni-
versidad de San Antonio, economo nombrado que fué en él comparendo que
se libró contra Don Justo Martinez que sacado a la letra es el siguiente: Ylus-
trissimo señor: Haviendo por orden de Vuesa Señoría Ylustrissima vajado a la
ciudad del Cuzco de la doctrina de Yauri de esta diocesi, donde se sirvió Vue-
sa Señoría Ylustrissima diputarme a apascentar aquella grey en calidad de
cura economo, no hallando a Vuesa Señoría Ylustrissima en dicha ciudad a mi
llegada que fue el diez y ocho de julio del año proximo pasado de mil setecien-
tos ochenta passé inmediatamente al pueblo de Urubamba a presentarme a su
obediencia donde me mandó el veinte del citado mes y año, que convenía al
servicio de ambas magestades, le informasse segun y como sentía en concien-
cia del estado o corrupciones de la feligresia de Yauri que había vivido por
muchos años al cargo y manejo de su cura propio el Doctor Don Justo Marti-
nez, a quien lo tenia causado por motivos gravissimos pertenecientes a la omi-
sion de su ministerio en cumplimiento de tan justa y superior orden y junta-
mente dictamen de mi conciencia.— Ynformo a Vuesa Señoría Ylustrissima
que desde que tomé posecion de la referida doctrina de Yauri, y comensé a
correr con el pasto espiritual de ella, esto es desde el quince de abril del citado
año de mil setecientos ochenta hasta el dia de mi salida diez de julio del mis-
mo año, observé, experimenté y me sercioré, de la constitucion deplorable de
aquellos feligreses, en tal decadencia, que evidentemente me hizo concebir
haber estado entregados al total abandono de su Pastor y que parecia no haber
logrado alguna vez un sacerdote que les supeditase el pan y alimento de la
palabra divina, ni un ministro que emplease en algun tiempo una ojeada, un
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