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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
del palio para introducirlo en la iglesia desde el cementerio sin embargo de re-
sistirlo las leyes tan expresamente. En Jujui pretendió que su cabildo practicase
lo mismo, pero no condescendieron sus individuos alegando fundadamente que
esta ceremonia solamente debía practicarse con los señores virreyes. El atrope-
llamiento ejecutado por el mismo reverendo Obispo con Don Jose Castañeda,
contador de las rentas de Temporalidades en el Cuzco ha sido también escanda-
losísimo, mas considerando a Vuestra Excelencia bien informado de él me con-
tento con apuntarlo. Todos estos atentados son horrendos, pero los excede mu-
cho el que acaba de practicar con las monjas catalinas del Cuzco, digno
verdaderamente de ocupar lugar en la historia. Empeñado el reverendo Obispo
en que en el capítulo celebrado por estas religiosas eligiesen por prior una paisa-
na suya que después de haber vivido escandalosamente prostituida en dicha
ciudad, tomó el hábito hará cosa de diez años persuadió por sí y por interpósitas
personas a las vocales para el efecto, pero éstas por no agraviar el merito de otras
religiosas más antiguas y más virtuosas se negaron a tan injusta solicitud. Para
lograr su intento el Obispo con el mayor estruendo hizo cercar el convento de
un cuerpo de milicianos que con bayoneta calada alternaban las centinelas con
tanta vigilancia como pudiera la tropa más veterana en los ataques de una plaza
importante. Y quebrantando la clausura introdujo en el mismo monasterio cre-
cido número de clérigos en calidad de guardas con cuyo pretexto se quedaron a
dormir en él cuantos quisieron y... pero no se atreve la pluma a exprimir lo que
en el particular se habla en las plazas y en las calles del Cuzco por no ofender los
respetos de Vuestra Excelencia. Estando así el asunto y el pueblo tan escandali-
zado como se deja entender para llevar al fin su capricho procesó a las monjas
más principales y la víspera de la elección las privó de voz y voto arrestándolas
en sus celdas con centinelas de vista, cuya función desempeñaban los clérigos y
al otro día se practicó la votación que presidió el reverendo Obispo dentro del
Coro. Mas no obstante fue menester toda esta violencia y toda su astucia para
que consiguiera su deseo. En efecto salió priora su paisana, pero no la quisieron
prestar obediencia las monjas por lo que irritado el Obispo golpeo algunas y
trató a todas publicamente de pu… etcétera. Y luego sacando de la mano a la
nueva prelada la paseó por todo el monasterio sin desprenderse de su lado. A
una religiosa llamada la Madre Tránsito anciana y de virtud porque con más li-
bertad se opuso a la elección la traspuso con el mayor escándalo al convento de
Santa Teresa donde se mantiene arrestada y privada de toda comunicación. Este
hecho tan constante y tan público presenta la idea mas cabal del carácter del
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