Page 592 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            tra Señoría, para rebatir las calumnias, que por esta parte arbitria la malignidad
            de mis émulos. El carácter de la verdad y justicia tiene todo su asiento en el
            alma de Vuestra Señoría, que me afianza el consuelo de reponer mi reputación,
            por medio de un informe a Su Majestad; en que abiertamente diga cuanto sabe
            en este punto, cuales fueron las causas del infortunio de Don Antonio Arriaga,
            cuales las de la Revolución general del Reino. Si los movimientos de Yauri die-
            ron causa a Tupac Amaro para su detestable empresa, o se valió de la excomu-
            nión expedida por mi Provisor, más de tres meses antes para ella; pues sobran
            a la comprensión de Vuestra Señoría conocimientos de todo. Estos puntos que
            Vuestra Señoría radicalmente ha penetrado, deberá abrazar el informe, como
            también el concepto que ha formado de mi conducta, amor al Rey y cumpli-
            miento de mi ministerio. Y pareciéndome oportuno hacer algunas reflexiones
            sobre lo que llevo expresado, ruego a Vuestra Señoría las oiga con paciencia.
                    Arriaga fué excomulgado a fines del mes de julio de 1780, volvió a su
            Provincia, donde dejó a su Teniente Cisneros que practicó mil atentados; y el
            Alzamiento de Túpac Amaro, con el suplicio de horca que dió al Corregidor,
            comenzó por Noviembre del mismo año. ¿Qué influjo, pues, tuvo en esto la
            causa de mi censura, ni qué conexión con los intentos de aquel Rebelde, distan-
            tísimos de los que rodaban en la Curia Eclesiástica? ¿Qué tuvieron los Cataris
            en Chayanta del Arzobispado de la Plata, para lo que hicieron con el Corregidor
            Don Joaquín de Alos, cuatro meses antes de Túpac Amaru, y los demás que
            gobernaban las otras provincias de aquel Arzobispado, distantes doscientas le-
            guas del Cuzco? Constante es que las alteraciones de Charcas fueron por el mes
            de Julio, y las causó en esta Diócesis Túpac Amaru, en Noviembre del propio
            año de 1780. ¿Qué los de Arequipa que empezaron por Enero? ¿Qué los de
            Chumbivilcas, contra su Corregidor Don Gerónimo Sugasti el año de 1777, a
            quien quitaron la vida con tanta crueldad? ¿Qué los de Pacages con su Corregi-
            dor Castilla, años antes? ¿Qué los de este Urubamba el año de 1776, contra su
            Corregidor Don Pedro Lefdal que escapó de milagro? ¿Y qué de otras muchas
            que sabemos se han conmovido en todos tiempos, principalmente desde que se
            introdujeron los «repartimientos» en las provincias? Finalmente, qué movió a
            [Lorenzo] Farfán, [Juan de Dios] Vera, [Diego] Aguilar y otros que tramaron la
            conspiración de mi capital del Cuzco, por el mes de Marzo de 1780, de quienes
            tal vez tomaron fomento las antiguas ideas de Túpac Amaru para su revolución?
            ¿Por ventura, se dió a estos movimientos causa por el Obispo del Cuzco o por
            otros prelados?



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