Page 594 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
Tampoco se puede atribuir a la excomunión de Arriaga. ¿Qué conexión
tiene con éste la muerte que le dió Túpac Amaro y los excesos que siguieron? No
hallo telescopio que alcance a descubrirla por parte alguna.
Se hace reparable que en el espacio de más de dos años que ha corrido
el artículo de fuerza en la causa de excomunión sin resolverse, se determine
enviar los autos al Rey, cuando las Audiencias tienen autoridad para ello; pero
se han tomado este efugio, para desacreditar procedimientos arreglados, que
no han tenido otro objeto que el mayor servicio del Rey y del Estado, como lo
tengo acreditado en todos tiempos, y principalmente desde mi ingreso a este
Obispado, y muy señaladamente desde los primeros pasos de la Rebelión hasta
la pacificación general del Reino, de que es Vuestra Señoría buen testigo.
En conclusión, ha venido un tiempo muy a satisfacción del deseo de
los émulos y maldicientes, que no pudiendo su zaña vengar sus pasiones, han
tomado por despique querer complicar en la Rebelión, o hacer ocasión de ella
a todos aquellos que intentan arruinar por fines particulares. Y para no expe-
rimentar tan fatales resultas en que suele confundir la inocencia, llevo supli-
cado a Vuestra Señoría informe en justicia a Nuestro Soberano lo que sabe y
siente, para prevenir su justo ánimo; sirviéndose dar a mi apoderado cuatro
ejemplares, por los riesgos que trae la presente guerra en la interceptación de
correos.— Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría muchos años.— Urubamba,
30 de Agosto de 1782.— Besa las manos de Vuestra Señoría su más reverente
servidor y capellán.— Juan Manuel, Obispo del Cuzco.— Muy Ilustre Señor
Don José Antonio de Areche.
(A.G.I., Audiencia del Cusco, Legajo 76).
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