Page 576 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            de su nueva gracia, ó porque recelaba de la fé de los gefes, á cuya disposición
            quedaba: y para obligarme á que por mas tiempo me demorase en aquel pueblo,
            me hacia memoria de la resistencia que mostró en Surucache y Marangani á su
            entrada, de que tuvo testimonio el corregidor de Tinta, D. Francisco Salcedo,
            que se adelantó a recibirle, y á quien aseguró que solo afianzado en mis pro-
            mesas la resolvia. No pude condescender á sus ruegos, porque me llamaba á la
            ciudad la intempestiva muerte de mi Provisor, y el que me viesen los pueblos del
            tránsito y vecindario del Cuzco volver con las satisfacciones que no pensaron,
            asegurando funestamente de este suceso á la salida los que creyeron insuperable
            la repugnancia de los Tupac Amaro. Tocaron con la experiencia el desengaño
            estos incrédulos, y los indios, que ó se mantenian resistentes ó recelesos de los
            pueblos de altos de Cadea, Ocangate y Lauramarca, que hasta entonces no hubo
            fuerzas ni arbítrios para reducirles, descendieron á las poblaciones de la carrera
            á recibir la absolucion, y lograr el indulto. Así seguí lleno de gozo hasta el Cuzco,
            sin escusar la visita de 10 curatos desde Sicuani á la ciudad, donde ocurrieron
            los obstinados de Lares, Pisac, Calca y otras partes, á afirmarse en su perdon,
            que aun con todo el edicto impreso, no estimaban, si no les añadia la suscrip-
            cion de mi propio puño.
                    De este modo se ha propagado la paz, y ya no se oye rumor de sedicion.
            En algunas partes mantenian los indios la posesion de los españoles: pero arre-
            pentidos, ya las han devuelto á sus legítimos dueños, comprobando la realidad
            de sus intenciones, con entregar las armas de fuego y blancas, y á los que fueron
            cabeza de sedicion, por algunos indicios que les notaron de nueva complicidad.
            Así van dando estos infelices las mejores muestras de su reconciliacion, y lo que
            se vió en el estado mas lastimoso, y que parecia imposible de remedio, á costa
            de tantos sudores y penalidades, vemos al presente sin visos de alteracion. A
            este propósito, y que las doctrinas radiquen su antigua quietud, voy visitando
            las que mas lo necesitan, así para que los naturales mantengan la obediencia al
            Rey, como para que los párrocos no se excedan en sus exacciones: á cuyo fin he
            formado aranceles de que carecía esta diocesis , siendo la primada del reino, que
            estan ya impresos, y en primera ocasion remitiré un ejemplar á V.S.I.
                    En lo trágico de esta escena, no solo se representó el papel de rey por Tu-
            pac-Amaro, y de virey por Tupac-Catary, sino tambien el de Obispo en Nicolas
            Villca, indio natural de la hacienda de Pachamachay de la doctrina de Challa-
            bamba, jurisdicción de Paucartambo, propia de D. Antonio Ugarte, mayoraz-
            go del Cuzco, y situada en una montaña áspera é inaccesible. Se hizo obispo,



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