Page 544 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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                    Sabia yo que todos o los mas de ellos venian sirviendo en el Regimiento
            de Cavalleria de Dn. Santiago Allende, y por esto ofreciendo a los Yndios de
            Mojo mi pronto regreso con el auxilio que les figuré debia franquearme el Sor.
            Inspector, les mande retroceder hasta Mojo, nombrandoles antes Caciques, Al-
            caldes, y un Capitan que con notable fidelidad socorrió a Pielago en sus apuros,
            para que con esta investidura juntase a todos los yndios fieles y me esperase.
            Inmediatamente que supe que el Sor. Inspector se acercaba a Guancané, pasé
            personalmente, y rendidos mis debidos respetos a su persona, le informe de
            hallarme de mi jurisdicción, e instruyendome de paso del numero fixo de mis
            provincianos que podia entre de aquel Exercito, regresé a dicho Guancané a
            donde poco después arribó todo el Exercito.
                    Este dia mande retroceder la mayor parte de yndios con algunos espa-
            ñoles para al mando de Dn. Manuel de las Cuentas mi Justicia mayor guardasen
            la Villa de Puno. A este tiempo recibí carta del Cura, Alcalde, y Cacique del Pue-
            blo de Mojo manifestando grande temor de ser atacados por los rebeldes aliados
            y compañeros de otros doce que tenian presos con un Coronel de sus tropas
            sediciosas y varios capitanes, si no los auxiliaba con brevedad. Pedian justicia
            y consultada previamente con aprobada mi resolucion por el Sor. Inspector, en
            un dia de marcha doblada me puse alli con toda mi gente. Puse al Pueblo fuera
            de miedo con esta diligencia; aseguré los reos y aprenhendí otros dos. Tomé sus
            confesiones que les hacian dignos de muerte, y sin embargó no quise pasar a su
            execución antes de dar parte al Sor. Inspector, como lo hice luego; y haviendo
            aprobado mi determinacion, me notició su proxima venida que efectuo al ter-
            cero día a las inmediaciones del Pueblo, y alli fueron castigados estos malbados,
            fuera de dos a quienes se dilato la pena por que ofrecieron manifestar unos
            zurrones de plata que nunca verificaron.
                    Antecedentemente havia ya en Guancané hecho ver la necesidad de fijar
            en las inmediaciones de Mojo de mi jurisdiccion, de los de Guaycho, de la de
            Omasuyos y de las de Mocomoco, de la de Larecaxa, el Destacamento que con
            fecha de 31 de Agosto del año proximo pasado propuse como indispensable
            al Exmo. Virrey de Lima. Exforsé nuevamente el mismo pensamiento con las
            utilidades de conservar a los indultados en fidelidad, contener a los rebeldes de
            las dos últimas citadas provincias, y mantener sujeta las del Collao, cerrando el
            paso a los seductores que de aquellas se comunican con estas. Ocurria unica-
            mente la dificultad de que las tropas destacadas se mantuvieron en este destino;
            pero ofreciendo yo quedar allí con los milicianos de Lampa, Azangaro y Puno



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