Page 529 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 529

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
             por rodaderos y pérdidas de cargas. La mayor parte del equipaje quedo en las
             cimas de los cerros, en que hasta las 10 del dia siguiente se puso en salvamento
             porque empeñada la tropa en caminar, por cerros ominentes llenos de precipi-
             cios sin camino cierto ni vereda se resolvió bajar de aquellas alturas unos a pie
             y otros a caballo con bastante peligro de la vida. Lo cierto es que, si el enemigo
             advierte esta confusión en que nos hallabamos (el que se dejaba ver a una dis-
             tancia de una legua) logra quitarnos la mayor parte de los equipajes con muerte
             de mucha gente. Pero su divina Majestad que ha mirado esta causa como suya,
             les negó enteramente el concurso para que llegasen a emprender un hecho tan
             facil, pues con motivo de hallarse ya la tropa abajo, era imposible cuando fuesen
             sorprendidas las cargas el socorrerlas por la dificultad de no poder trepar por
             donde se habia descendido y cuando la necesidad nos hubiese obligado a defen-
             derla, hubiesen tardado de 4 a 5 horas, en cuyo intervalo hubiera tenido tiempo
             los rebeldes de trasponerlas o desbarrancarlas. Esta noche se oyó una corneta de
             los enemigos que cesó de las 8 y media a las 9.
                    Dia 25 se hizo alto en este Campo de Choquecollana para reponer a las
             mulas de las fatigas de ayer con los buenos cebadales que se encontraron. A las
             9 del día se dejaron ver en un cerro elevado a la parte de la Cordillera como 300
             indios con mucha algazara de griteria y cornetas. Fueron destinados los indios
             de Chucuito con 50 fusileros mandados por don Ramon Bofil para atacarlos.
             Trabaron la pelea en que se portaron bien los Lopacas; y entre estos y el fuego
             de fusil mataron 20 rebeldes que fueron perseguidos mas de una legua desde
             aquella altura que ocupaban, y a las tres de la tarde se retiraron los nuestros con
             algunos pobres despojos.
                    Dia 26, se lebanto el campo de Choquecollana, y a la una legua de mar-
             cha se avistaron como 500 yndios tocando sus cornetas y gritería; pero de que
             vieron que nuestra tropa iba ganando terreno, desampararon el Alto que ocu-
             paban y fueron seguidos mas de tres leguas de un Destacamento por unos ca-
             minos asperisimos y bien peligrosos en cuya accion murieron 30 rebeldes de
             ambos sexos, y se les cogieron algunas cornetas, mas de 25 mulas, y muchas
             comestibles que fueron dexando por aligerar la carga. A las 6 de la tarde des-
             cendieron los rebeldes a las faldas del cerro de Ilimani muy nombrado por su
             riqueza, y por su elevacion siempre cubierto de nieve, y frente al campamento
             a distancia como de tiro de cañon, por lo que pensando que abanzasen, se puso
             las armas toda la coluna; pero siendo ya mas de las siete de la noche, y que no
             hacian movimiento, se mandó retirar la gente doblandose las guardias, estando



                                               528
   524   525   526   527   528   529   530   531   532   533   534