Page 312 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            un mes, que fue la única entera que recibió en los cuatro meses de campaña.
            El dia 12 en Asilla llegaron al Comisario de guerra para el socorro de la tro-
            pa 20.000 pesos; y prescindiendo del riesgo a que expusieron este caudal por
            haberlo enviado con la escolta de solo 20 hombres, y por no haberme adelan-
            tado avisos pues pudiera yo haber continuado mis marchas ignorando esta
            remesa, en cuyo caso hubiera dado infaliblemente en manos de los enemigos
            este caudal por haber estado infectado de ellos todos aquellos altos; pero la
            casualidad de haber oido en el campo que se hacia la expresa la remesa, me
            hizo suspender por cuatro dias la marcha del ejercito, con lo que la aseguré.
            Pero que cantidad era esta para tanto número de gente? esta escaces de dinero
            junto con el genio inmensamente económico del Comisario de Guerra fue la
            causa de ir dilatando con paliados pretextos el diario socorro de la tropa, de lo
            que me ví precisado a desentenderme con el fin  de que quedase algun caudal
            reservado para alguna grave urgencia, y por que en el resto de la campaña
            no esperaba pudiesen remitirme mas por quedar rebelde todo el terreno que
            dejaba atrás el ejercito.
                    Las mulas que se destinaron para el transporte del tren de artillería,
            tienda de campaña, &, casi todas se dieron sin arrieros y por necesidad fue
            preciso destinar soldados que ejercieron de tales, y no estando impuestos en
            este ejercicio la mayor parte de ellos especialmente los de Lima, fue causa su
            impericia de que maltratasen y aniquilasen muchas mulas, y el ejercito quedo
            privado para el uso de dichas armas de los soldados que se destinaron para
            arrieros.
                    Si esta columna que fue la principal estuvo tan mal asistida en toda,
            que tal lo estaría las de Paruro y Cotabambas? Bastará para prueba decir que
            constando la ultima de 3.000 hombres, y debiendo seguir su ruta por paises de
            mucha nieve, solo se dieron para toda ella 15 tiendas y 6.000 pesos que distri-
            buyendolos solamente entre los soldados, les viene a pertenecer a cada uno a
            cuatro reales al mes.
                    Quien creyera que un ejercito sin disciplina y desnudo pues no tuvo
            donde surtirse de las prendas menores que iba consumiendo con solo un ves-
            tido de mala bayeta en paises frigidisimos, sin provisión de víveres, sin el dia-
            rio prest, sin hospital ni medicamentos, solo con dos cirujanos para todas las
            columnas y curandose los heridos con orines, mas parecido por el expuesto
            desgreño a una tropa de arabes que sale a robar una carabana que a un ejercito
            de un Rey tan poderoso, fuese capaz en tan deplorable estado de sufrir tantas



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