Page 837 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            se liberto; pero ninguno de distincion, que se conjetura con evidencia haver
            perecidos todos.
                    Aquella noche remiti Balsas por la Laguna porque se me havia asegu-
            rado habia muchas personas de ambos sexos que asidas a las totoras donde se
            ocultaban, esperaban con ansia algun socorro. Consiguieron este con bastante
            trabajo, pues aun habia Yndios que saliesen en su seguimiento.
                    Con algunas esperanzas que estos daban se que muchos se mantenian
            con vida, junte toda mi Gente, y tire para Chucuyto donde entre a vista de la
            Yndiada que se mantenia en los Cerros. Solicite por todo el Pueblo alguna Per-
            sona a quien preguntar por los demas; pero no encontrando ninguno me diriji
            a la Plaza donde halle el mayor horror que en este Reyno se ha visto desde su
            Conquista. Fuera de los enterrados se hallaron mas de 200 Cadaveres en aquel
            lugar: pase a la Casa del Cura, y también se encontraron sus cuartos abarrota-
            dos de Cuerpos muertos, de manera que no se escapó alma que tuviese rastro
            de español que no pereciese; con tal horror que solicité por todos los Eclesias-
            ticos de la Provincia que alli se habian refugiado, y al fin dimos con solo cinco
            de ellos encerrados en una Casa esperando por horas su muerte, pues aquel
            dia tenia dispuesto el Yndio que hace Cabeza (que por antonomasia llaman
            Catari) recibirse con Palio y musica en la Yglesia y que los Curas diesen pena
            de la vida, noticia del paradero de los caudales de todos los Vecinos, como
            aparece de una Carta original que tiene el Vicario de Provincia; y como ellos
            no podian dar tal noticia porque ignoraban huviese caudal alguno, esperaban
            por horas su muerte, y asi luego que nos vieron, no supieron como expresar su
            agradecimiento.
                    En este intermedio principio la Yndiada a moverse, dirijiendo su mar-
            cha a otro Desfiladero tan peligroso como el de la punta del Barco, que este
            quedó ocupado por una Compañia de Cavalleria a que nos quedase el Cam-
            po libre. En efecto para regresar desemrazado de toda ocupacion, ordene mi
            gente y retrocedi, quando ya la Yndiada bolvio cayendo a cortarme el paso;
            pero haviendo adelantado algunos fusileros, amagado a acometerlos por otra
            parte con muerte de tres o quatro Yndios, huyeron los demás y nos dexaron el
            Campo libre.
                    Esto es lo que ha pasado en la Provincia de Chucuyto, sin poder saber
            cosa alguna de las que ocurren en la Paz, y el Cuzco: y gracias a haver desta-
            cado en esta Villa las Compañias de Cabana, y Cabanilla con los Yndios de
            estas Doctrinas; y de Vilque, y Mañazo que mataron al Yndio Juan Mamani



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