Page 835 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            de enemigos. Ultimamente resolvio su Gobernador de motu propio remitir 25
            hombres al Pueblo de Pomata con su Cacique que murió inmediatamente; y se
            declaró aquel Pueblo, escapando, solo los que anduvieron con mas actividad
            en correr.
                    Con esta noticia remitio toda su gente, y armas sacandome un cañon
            que di con bastante repugnancia, despues de exponer que iba este perdido con
            la gente. Apenas se acerco esta al Pueblo de Juli, quando experimentaron sus
            Vecinos el horror y fatalidad de no haver dexado uno de bien, tanto Español
            como Yndio. Saquearon las Yglesias, y no dexaron caudal de los varios que
            alli se hallaban, que segun calculo regular seria mas de 250,000 pesos en cuyo
            distrito no dexaron Muger, ni criaturas pequeñas ni grandes que no pasasen
            a cuchillo. Los Curas no pudieron escapar ni a sus hermanas; y no lograron
            poca fortuna en haver podido salir algunos con lo que tenian en el cuerpo a la
            hora de esta imbacion, y juntarse con los Españoles, y se acercaron.
                    Los que entraron al Pueblo fueron testigos del estrago hecho anterior-
            mente, y no tuvieron mas arbitrio que regresar al instante al Pueblo de Yla-
            be de donde divisaron numero considerable de Yndios, y dieron parte a su
            Gobernador quien hizo Junta, y se abrazo el partido de retirarse: a lo que les
            obligo la necesidad aun antes de recibir el orden, porque el Pueblo de Acora
            que tiene un numero increible de Indios, tomo partido a exemplo de los de-
            mas; y asi viendose entre dos fuegos se retiro de Ylabe la tropa. Con noticia
            que tuve de esta fatal situacion, resolvi ir a auxiliar la retirada, a fin de que pu-
            dieran executarla con el mejor orden; pero quando llegue al Pueblo de Acora
            nos hallamos juntas las tropas de una y otra Provincia, aquella sin municion
            suficiente para poderse defender. Reparé la situacion, hiceme cargo de que no
            podia desamparar, a mis Provincianos, que con el exemplo de lo pasado tenian
            justamente algun estrago en sus Familias, y por eso trate con los Gefes prin-
            cipales el asunto; y resolvi regresar a esta Villa dexandoles cartuchos: a lo que
            tambien me obligó la noticia de que los Yndios me havian cortado el camino
            para impedirme el que fuese a socorrerla.
                    Levanté mi Campo a las 12 de la noche: solicitaron de mi la resolución
            que debian tomar en el caso en que se hallaban, y les aconseje que lo que de-
            bian hacer era su retirada, porque si los Yndios de la Ciudad de Chucuyto se
            revelaban como era regular a vista del exemplo de los otros, en este caso les
            seria imposible el unirse conmigo, porque les cortarian el paso, y yo nunca
            podria desamparar a Puno. Con esto executaron su retirada a Chucuyto, de



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