Page 763 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
polvo en los ojos para que no vea lo que escrive y dice, y un velo obscuro a su
entendimiento para que no toque con sus reflexiones mejor encaminadas que
está Vuestra Merced ya pocas lineas, ó a poca distancia de su ultimo riesgo, o
de su perdición eterna, y pues que no quiere dispertar de los engaños con que
le adormece el Demonio, temo que esta pobre alma perezca, y pare donde es
preciso si Vuestra Merced no se dispone a recivir las misericordias del Cielo,
y las piedades, y humanidad con que hallará las Leyes viniendo se a un justo
arrepentimiento.
La propia falacia, falta, o disimulo de inteligencia con que cita Vuestra
Merced las leyes, reciven las decisiones apostolicas, que indica para disculpar-
se de las censuras por el modo con que tratan los Papas á los Yndios, y assi
excuso decir mas en esta parte, conduciendola con señales que no solo están
comprendidos en la revelión de nuestro caso estos, sino muchos de otras cas-
tas embrutecidos con los propios groseros errores y cargandose de culpas que
no podrán llorar, y no llorados es fuerza que se condenen.
Dejemos estos puntos para que los vean Vuestra Merced y sus secuaces
en el recto y Santo Tribunal de Dios pues quiero ya concluir aunque conozco
pierdo el tiempo en lo que falta y que acaso no le gano en lo que llevo dicho:
bien que según mi espiritu perderé delante de Dios el merito que he llevado,
y mantengo sobre lo mucho que conviene a Vuestra Merced sujetarse y ren-
dirse por si propio á que las leyes justas del Estado le miren con misericordia,
y le carguen las penas que merece con la piedad que acostumbran tener en su
ejercicio antes que caiga Vuestra Merced en el lazo que está dispuesto para que
experimente el rigor de ellas.
Va a convatir á Vuestra Merced un ejercito numeroso, y bien armado
como creo sepa tengo dado al publico la noticia que desde aora perdona en
nombre del Rey á todos los que están forzados, ó seducidos por medio del
temor, ú otras causas entre las gentes con que Vuestra Merced mantiene la
desobediencia á Su Magestad á cuio favor dice falsamente que obra, y convate
con tal que estos se restituyan a sus pobladores, y que sino serán tratados con
el rigor de la guerra, y como reveldes, sacrilegos, y ladrones del sosiego publi-
co y demás principios que ofenden.
Del mismo modo que además del perdon va en el vando declarado
un gran premio al que ó a los que de estos traigan vivo á Vuestra Merced, á
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