Page 765 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
muchos Indios, y otros que perecerán en el combate si se resisten. Yo no en-
tiendo como pueda Vuestra Merced decir que este levantamiento lo ha hecho,
y formado por las quejas de estos atendibles naturales, y en su favor quando
se ve todo lo contrario, o que ha sido para arruinarlos mas y mas como está
patente con los innumerables que han muerto,· y con los que morirán, si Dios
no se apiada de Vuestra Merced para hacerle elegir lo que le conviene mejor:
Redúzcase Vuestra Merced a estas reflexiones, y redúzcase también a su ini-
qua, o engañada turba de levantados o amotinados a que piensan así pues nó
va a ver un catastrophe fatal, una tragedia sensible y un tren de calamidades, y
miserias sin número.
No quiero detenerme más por lo mucho que le importan a Vuestra
Merced los momentos que se pierden en que lea con el respeto que se mere-
ce esta carta. El ilustrísimo Señor Obispo y los Reverendos Padres a quienes
tiene Vuestra Merced implorada su protección sienten del mismo modo que
yo siento y pienso; Y si cree que no es así, que vamos tan erradamente como
Vuestra Merced se figura en breve le va a decir que se engaña la experiencia, y
el gran poder del Rey, y el Dios que le asisten por también suya la causa.
Entréguese Vuestra Merced como le propongo, elija más este medio
que qualquiera otro alguno que le finca la esperanza, o que no le quiere bien, o
sin error; pues pensando como se debe pensar en la estrechez y riesgo en que
Vuestra Merced se halla lo mejor es ser o darse preso al que procurará que le
tiemble la mano al firmar su sentencia; al que pondrá en giro toda su huma-
nidad; y al que nada desea alivio dejará de hacer para que Vuestra Merced la
reciva con resignación, y gusto sabiendo que así agrada y satisface a Dios por
sus culpas, al Rey por los agravios con que le ha ofendido, y al mundo o a este
Reyno por quanto le ha escandalizado, y destruido de sus habitantes en quie-
nes deja Vuestra Merced una triste memoria para muchos siglos.
Su divina Magestad ilumine a Vuestra Merced como puede, y dé solo
tiempo para la penitencia, Cuzco Marzo 12 de 1781. Joseph Antonio de Are-
che. Joseph Gabriel Tupac-amaru.
(A.H.M., col. Matalinares, Tomo LVII)
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