Page 764 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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             su hermano, á su Mujer, á sus hijos, y parientes de ambos, ó á alguno de sus
             primeros Capitanes segun se nombran en el los mas; Y se añade que liverto
             desde aora la vida á qualquiera de estos ultimos quecentregue á uno, ó mas de
             Vuestras Mercedes, de lo que puede inferir el riesgo en que está su seguridad,
             pues espero, y tenga causas bastantes para esperar que le ha de vender aquel
             de quien mas se confie por lo mucho que va a ganar con entregarle, ya sea de
             los primeros sequaces involuntarios, ó ya de los segundos, luego que llegue a
             su noticia como es regular la que tengan los más a estas horas.

                     Preso, y entregado Vuestra Merced y los suyos por alguno de estos
             medios; convatida como lo va a estar la fuerza con que cree está hoy seguro
             no le queda un arvitrio mejor que elegir que el de venirse á poner y postrar a
             los pies de la Justicia, y de la misericordia, temiendo que le maten si se resiste,
             y que le venga la eterna condenación por resulta, que es todo lo peor en que
             pueden caer Vuestra Merced, y sus males sequaces, y parientes. Entre estos
             males ninguno hay de mejor, y mas heroico rostro que el que Vuestra Merced
             puede hacer menor con rendirse; y digo menor, pues de mas misericordia es
             capaz el que se entrega que el que es prendido en nuestro caso; si Vuestra Mer-
             ced toma este consejo, y este medio le puede servir para venirse en derecho
             seguro, y solo con su familia, ó con alguna persona dé ella esta carta que ma-
             nifestará a qualquiera de los seis Señores Gefes que están en camino con sus
             respectivas columnas desde el día 9 próximo en solicitud de pacificar la tierra
             alterada, castigar a los reveldes y prender a Vuestra Merced, y á los que dejo
             indicados sino tomasen este arvitrio sirviendoles de señal el acompañarse con
             los dos eclesiásticos que la llevan, y con los demás sacerdotes que tienen hay
             presos sin mirar lo que son o sin advertir que nadie sino Vuestra Merced pu-
             diera caer en tal crimen para conseguir esta avenida sin alteración expuesta
             de sus gentes les puede decir lo que guste y aprovecharse de esta puerta que le
             abro dejándome tocar, o persuadir de la humanidad y del deseo que me asiste
             de que ya Vuestra Merced se pierda para el Mundo se logre para el cielo con
             los suyos, que se hallan en igual caso.

                     Vuestra Merced dirá que el consejo es terrible, pero yo le respondo
             para entonces, que más lo es el peligro en que se halla, y el en que tiene esa
             infeliz turba con que pudiera en otras circustancias defenderse. La salvación
             es lo primero, con ella se consiguen desagraviar a un Rey que tanto lo merece,
             al Reyno que lo llora, y precaver con este arvitrio que mueran, y se condenen



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