Page 650 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 650

Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
            aseguraron podía caminar sin riesgo, el despacharle a Lima escoltado de 12
            hombres al mando de un alférez, hasta la villa de Camaná, proporcionándole
            el mismo Señor Corregidor su mayor comodidad y un cirujano que le fuese
            curando, costeándole de su peculio todos los gastos.

                    La noche del día 20 se esperaba la invasión de los indios de la parroquia
            de Santa Marta confederados con los de Cayma, Yanaguara, Chiguata y otras
            doctrinas inmediatas, según los anuncios de algunos pasquines y otros avisos
            secretos. Con este motivo redobló el Señor Corregidor su cuidado, y conse-
            cuencia hicieron lo mismo los jefes militares. Se distribuyeron las compañías
            armadas con bocas de fuego en los puestos que se juzgaron más oportunos. El
            regimiento de caballería se presentó aquella tarde armado con lanzas y el que
            menos con garrotes. Guardaban las entradas de la ciudad con 10 compañías,
            y las dos restantes formaban las rondas por el recinto y dentro de la ciudad.
            Gracias a Dios no hubo movimiento alguno esa noche.

                    De esta manera se mantuvieron las milicias hasta el 22. En este día
            llegaron 180 hombres del valle de Tambo que fueron llamados, y son de las
            compañías arregladas a este regimiento. Con ellos y algunas compañías de
            caballería se continuó guardando las entradas de la ciudad hasta el día 28,
            sin que hubiese novedad principal, sin embargo de haber encontrado varios
            pasquines que han servido de gobierno para no descuidar a nuestro jefe en-
            teramente; y a consecuencia se mantiene armada todas las noches una com-
            pañía de infantería que custodia las reales cajas, cuyo objeto fué la primera
            intención del Señor Corregidor desde los principios; y se formaron desde las 8
            de la noche hasta el amanecer por los vecinos de la ciudad, además de las que
            particularmente hace el Señor Corregidor.

                    Por último, el día 10 del presente mes de Febrero hubo noticia de que
            por el campo se notaban algunos irregulares movimientos entre las gentes de
            él, y persuadido al mismo tiempo el Señor Corregidor por un sacerdote y pre-
            lado del mayor respeto que el pueblo solicitaba un perdón general a presencia
            del real estandarte, y que de este modo quedaría la ciudad en más tranquili-
            dad. Deseoso, pues, de que se verificase, resolvió el mismo día 10, publicar
            por bando solemne, a presencia del real estandarte, el dicho perdón general.
            Quiera Dios que de este modo queden sosegados los inicuos espíritus que han
            perturbado esta república que tiene la fortuna de ser gobernada por un sujeto
            cabal en todas circunstancias, de que ha dado las mayores pruebas en esta


                                               649
   645   646   647   648   649   650   651   652   653   654   655