Page 654 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
hermano, contra quien se han conspirado los indios de Pomacanche a matar-
lo, y se han hecho tan contumaces y tan audaces. Mi hermano a ninguno le ha
hecho daño, sino antes usando mucho amor con ellos; pero venían de mano
armada a su casa, a matarlo y a hacer destrozos (a no haberle atajado en esta
su casa) miserablemente; y así Vuesamerced, como mi Señora, remedie; para
su madre y a mí será sensible, y tener muerte pronta; y nos mande en estos
lugares.
Nuestro Señor dilate la importante de Vuesamerced muchos años. De
esta su casa, Acos, 12 de Febrero de 1781.- Besa la mano de Vuesamerced su
rendido Capellán.- Domingo de Escalante.
§
Señora Doña Micaela Bastidas.- Tinta.- Hermana y Señora mía.- Me
han anoticiado que mi mujer se halla enferma, y no hay quién la cuide; por lo
que suplico a Vuestra Merced le mande a alguna criada que la atienda, porque
dice que quiere irse a Tungasuca donde su madre; lo que no permitirá Vuestra
Merced; estando yo allí, hubiera poca necesidad de molestarle. Sólo Vuestra
Merced está amamantando a las mujeres de los escribanos, cuando éstas la
están robando los ojos de la cara.
Yo cumpliré con lo que me manda mi Señor cuñado (José Gabriel Tú-
pac Amaru); yo en todo caso le desempeñaré esta confianza, aunque sea per-
diendo la vida por dar gusto a Vuestras Mercedes.
Vuestra Merced no se descuide de esa pobre mi mujer, aunque fuera
una negra bastará que ya es de su parte, y que de todo esto se lo agradecerá,
primero Dios, y lo segundo yo. Pido a Dios guarde a Vuestra Merced muchos
años.- Pucacasa y Febrero 13 de 1781.- De Vuestra Merced su afectísimo ser-
vidor.- Antonio Bastidas.
§
Señora Doña Micaela Bastidas.- Hermana y Señora mía:- El dia 14 del
corriente entramos a Urcos con toda la gente, y en él se huyeron los enemigos
al Cuzco; sólo perecieron siete u ocho soldados del Cuzco y de nuestra parte
ninguno; los indios de nuestra parte destruyen todas las casas de dicho pueblo,
y las casas de los Capitanes, y el Cabildo lo quemaron; y ahora nos amenazan
de dos o tres partes, y toda la gente se ha retirado a sus pueblos, como son los
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