Page 479 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de sus vocales, que lo es el Coronel Don Pedro José Vélez, para que con la
aceleración posible pase personalmente, con los documentos justificativos del
suceso, a instruir con ellos y verbalmente al superior ánimo de Vuestra Exce-
lencia de las críticas circunstancias y fatal constitución en que se halla, no sólo
esta ciudad sino el restante del reino, para que se tomen con la mayor pronti-
tud las providencias que se tengan por convenientes en resguardo y seguridad
de la religión, dominación de nuestro católico Monarca y defensa de sus fidelí-
simos vasallos, por lo que esta Junta y vecindario unidos claman con el mayor
rendimiento a Vuestra Excelencia, pues, los movimientos del rebelde, el nú-
mero crecidísimo de gente que tiene y aumenta cada día la imposibilidad ac-
tual de salir a buscarlo. Sus inteligencias secretas con muchas provincias según
noticias, persuaden no aspira a nada menos que el imperio y si con tiempo no
se cortan estos designios, tiene concebido la Junta, será muy difícil después
verificarlo.— En esta situación le pareció a esta Junta muy oportuno mandar
publicar por bando, como lo hizo, un auto comprehensivo a que a los indios se
les guardarían exactamente los privilegios de que no paguen diezmos, como
está declarado para los de este obispado y de que no se les cobrarían, ni exigi-
rían derecho alguno de alcabala, ni aduana, ni los que respectan a obvencio-
nes; observándose inviolablemente lo que Su Majestad, en favor y beneficio
de esta miserable nación, tiene declarado en sus leyes, ordenanzas y cédulas
reales.— Y porque recela esta Junta y todos los vecinos leales de la fidelidad
de los cholos y mestizos; acordó, asimismo, que éstos lograsen de los mismos
privilegios que aquellos, en orden a no ser compelidos a la satisfacción de los
derechos de alcabala y aduana y ultimamente se ha prometido y ofrecido en
nombre del Rey que cesarán los repartimientos de corregidores en el todo:
que este es un punto principalísimo para contener a los mal contentos.— El
predicho auto en su extensión dará a comprender a Vuestra Excelencia su
contenido y espera esta Junta sea de la aprobación de Vuestra Excelencia lo
que en él, por la necesidad, se ha expuesto para que en lo posterior quede es-
tablecido para la tranquilidad que se desea.— Nuestro Señor guarde a Vuestra
Excelencia muchos años. Real Fuerte del Cuzco y noviembre veinte y dos de
mil setecientos ochenta.— Fernando Inclán y Valdez.— Marcos Antonio de la
Cámara y Escudero.— Sebastián José de Ocampo.— Miguel Torrejón.— José
de Saldívar y Saavedra.— Isidro de Guisasola.— Doctor Francisco Javier de
Olleta y Valenzuela.— Joaquín Valcárcel.—
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