Page 394 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            a ninguna persuación mía. Por lo que suplico a Usía, se insinue en caridad,
            siquiera porque soy sacerdote como Usía, con su Señoría Ilustrísima a que me
            tenga compasión de sacarme, porque me hallo rodeado entre mis enemigos, lo
            que espero del amparo de Usía, para asi quedarme el consuelo en lo sucesivo
            de pedir a Dios guarde la importante vida de Usía lo que he menester. Quiqui-
            jana y noviembre veinte y cinco de setecientos ochenta.— Besa las manos de
            Usía su mas apasionado siervo y fiel Capellán.— José Melquiades Fernández
            de Córdova.—


                    (Al margen: Oficio a la Junta por Su Ilustrísima)
                    Entre los diferentes conductos de que me he valido para poner en ma-
            nos del Cura de Pampamarca, Don Antonio López de Sosa, varios órdenes que
            le he dado relativos al grave negocio que tenemos a la vista con la sublevación
            del Cacique Tupa Amaro, uno fue el del cura de Lívitaca, Doctor Don Vicente
            Jaras, para que por la inmediación y como convecino no perdiese oportunidad
            segura de dirigírselos, por lo mucho que importa su recibo, a fin de que dicho
            Cura de Pampamarca fije el cedulón de anatema contra el rebelde y sus secua-
            ces en el lugar de su misma residencia, para atender a aquellos espíritus ilusos
            de las siniestras impresiones de este impostor y exhortase a aquellos feligreses
            mas necesitados (porque mas seducidos) la gravedad del delito de rebelión y
            las penas que tienen por derecho los que lo cometen, como también a la fide-
            lidad y obediencia de nuestro Monarca; y en contestación me responde lo que
            Usía verá en la que recibo con fecha de veinte y tres del que corre, los arbitrios
            que propone y el estado actual del enemigo, para que les sirva de gobierno.
            También incluyo la que al mismo tiempo ha recibido mi Secretario del Cura
            de Quiquijana, Don José Melquiades Córdova, para que por ella sepa el infeliz
            estado de aquel pueblo y su contorno, y después de inteligenciarse en ambas
            se servirá devolvermelas. Nuestro Señor guarde a Usía muchos años. Cuzco y
            noviembre veinte y seis de mil setecientos ochenta.— Juan Manuel Obispo del
            Cuzco.— Señores de la Real Junta de Guerra.—
                    (Al margen: Subscripción)
                    Es copia de su original de donde se sacó. Cuzco y noviembre veinte y
            seis de mil setecientos ochenta años, doy fe.— Doctor José Domingo de Frias,
            Secretario.—







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