Page 396 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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                    (Al margen: Subscripción)
                    Es copia de su original de donde se sacó. Cuzco y noviembre veinte y sie-
            te de setecientos ochenta, doy fe.— Doctor José Domingo de Frias, Secretario.—


                    (Al margen: Otro dicho a la Junta)
                    Acaba de llegar el Cura de Pampamarca Don Antonio López de Sosa,
            en virtud de la orden que le comuniqué por medio de el de Yanaoca, Don
            Carlos Rodríguez, y he hecho constar a Usía por diferentes oficios; y respecto
            a que él impondrá mejor a Usía de todos los acontecimientos de la rebelión
            de José Tupa Amaro, incremento;y estado en que actualmente se halla, le he
            mandado se presente a esa Real Junta para que instruya de todo, como el de
            haber fijado el cedulón de censura en su Doctrina, el mismo día que la recibió
            e incontinenti se encaminó a ésta. Nuestro Señor guarde a Usía muchos años.
            Cuzco y noviembre veinte y siete de mil setecientos ochenta.— Juan Manuel
            Obispo del Cuzco.— Señores de la Real Junta de Guerra.— Es copia de su ori-
            ginal de donde se sacó.— Cuzco y noviembre veinte y siete de mil setecientos
            ochenta años, doy fe.— Doctor José Domingo de Frias, Secretario.—


                    (Al margen: Auto)
                    En la ciudad del Cuzco en veinte y tres días del mes de noviembre de
            mil setecientos ochenta años, el Ilustrísimo Señor Doctor Don Juan Manuel
            de Moscoso y Peralta, dignísimo Obispo de esta Diócesis, del Consejo de Su
            Majestad, etcétera, dijo: que siendo tan debido a su pastoral celo, el que se
            pongan todos los medios conducentes a impedír el progreso a los inícuos de-
            signios y maquinaciones del rebelde Cacique de Tungasuca, José Tupa Amaro,
            cuyas intenciones, según se ha demostrado se dirigen a apoderarse de esta
            ciudad y provincias que la comprenden; no sólo en lo espiritual, implorando
            los diversos auxilios para que el todo poderoso confunda sus malignas ideas,
            mirando con piedad su cristiano pueblo y libertándolo con su omnipotente
            brazo de las hostilidades públicas, que causa en los pueblos, para cuyo logro
            se han librado las mas eficaces providencias, de públicas rogativas, misión y
            jurar de esta ciudad por principal patrón e insigne protector al glorioso Ar-
            cángel y caudillo de los ejércitos de Dios, el Señor San Miguel, sino también
            en lo temporal, sin perdonarse los gremios, alias exentos del clero y religiones,
            para que formen un cuerpo subsidiario que en caso necesario tome las armas
            y salga al ocurso del enemigo formidable, que ha llegado a consternar los ánimos y



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