Page 397 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 397

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            llenado de pavor, mucho más después de la desgraciada ruta que tuvo nuestra
            tropa en el pueblo de Sangarará, a ejemplo del gran sacerdote Esdras, que con
            una mano manejaba la espada y con la otra trabajaba en fortificar los muros
            de Jerusalen, pero que sin embargo, de estas oportunas diligencias, se advierte
            carecerse de las necesarias fuerzas para resistir al expresado rebelde; y aun-
            que se han pedido socorros al Excelentísimo Señor Virrey de estos reynos, no
            pueden venir con la prontitud que exigen las críticas circunstancias en que
            nos hallamos; y por otra parte la gente provinciana que se ha mandado traer a
            esta dicha ciudad, de las inmediatas provincias de Calca, Urubamba, Paruro,
            Paucartamho y Abancay, a excepción de unos pocos hombres que se alistan, a
            los más se da dimisión, por no poder soportar el real erario los indispensables
            gastos que causa la tropa, como lo ha llegado a entender Su Señoría Ilustrí-
            sima: Debía mandar y mandó que para tratar un negocio de tanta·importan-
            cia, que corresponde a todos los eclesiásticos, por el carácter de ciudadanos y
            miembros de la república, cuyo beneficio, fueros y privilegio goza, se citen por
            el Notario Alejo José de Pineda a nuestro Venerable Dean y Cabildo, los Re-
            verendos Prelados de las religiones, los Curas Rectores de la Catedral y parro-
            quias y los demás curas de las doctrinas existentes en esta dicha ciudad para
            las cinco de la tarde. Asi lo proveyó y firmó Su Señoría Ilustrísima el Obispo
            mi señor, de que doy fe.— Juan Manuel Obispo del Cuzco.— Ante mi, Doctor
            José Domingo de Frias, Secretario.—
                    (Al margen: Diligencia)
                    En cumplimiento de lo mandado por el auto que antecede yo el infra-
            escrito Notario, cité para la hora prevenida en él, al Venerable Dean y Cabildo
            de esta Santa Iglesia Catedral, a los Reverendos Padres Prelados de las religio-
            nes y a los Curas Rectores de esta ciudad y de las doctrinas, que se hallan en
            el. Y para que conste lo pongo por diligencia.— Alejo José de Pineda, Notario
            Público.—


                    (Al margen: Junta)
                    En dicho día, mes y año, habiéndose congregado a la hora que se refie-
            re anteriormente en la Casa Episcopal, los señores del Venerable Dean y Ca-
            bildo, a saber, el Doctor Don Francisco Javier Calvo y Antequera, Chantre;
            Doctor Don Manuel de Mendieta, Maestre Escuela; Doctor Don Antonio Joa-
            quín de Yépez, Tesorero; Doctor Don José Pérez, Canónigo Penitenciario;
            Doctor Don José Domingo Frias, Canónigo de Merced; Doctor Don Miguel



                                               396
   392   393   394   395   396   397   398   399   400   401   402