Page 437 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            y del verdadero consuelo y alegría en aquel vastísimo Reino Peruano; agre-
            gando así a su Santa Iglesia sus inumerables habitantes divididos en tantas
            naciones y lenguas ignoradas y desconocidas hasta entonces en este antiguo
            Mundo. A este fin la Divina Providencia que por fuerte y suave penetra del
            uno al otro extremo, y por infinitamente sabia dispone y ordena el cómo y en
            qué tiempo ha de derramar las benéficas influencias de su eficaz llamamiento
            a los que desde toda la eternidad predestinó, y apuntó en el Libro de la Vida; se
            valió de la religión e insigne piedad de los Reyes Católicos para que asociada
            del poder, valor y real esfuerzo con que su Divina Majestad los había condeco-
            rado, sirviese como de precursora que allanase los caminos del Señor, abatiese
            los collados de la impiedad, superstición e idolatría, quebrantase los cerrojos
            y puertas al abismo, y dejase libre el paso a la soberana luz del Evangelio.
                    De este modo quedaron alumbrados, como de repente, aquellos que
            no habían heredado de sus padres más que la obscuridad y confusión del en-
            gaño; habiendo estado desde tiempo inmemorial sentados en las tinieblas y
            sombras de la muerte, sin que pudiesen echar de ver su miseria y menos bus-
            car el remedio que el cielo les había preparado en la virtud y celo cristiano de
            los Reyes de España.
                    De aquí nació, Ilustrísimo señor, que cuando los americanos estaban
            más descuidados, cuando, según la expresión de Isaías, ni buscaban, ni aún
            preguntaban por Dios, se les apareció este Soberano Dueño en la fe y piedad
            de nuestros invictos Monarcas y sus más fieles vasallos. Descubrieron los Re-
            yes Católicos las Indias, llegando por este medio sus naturales a abrir los ojos
            para discernir las sendas de la verdadera y eterna felicidad. Adquirieron para
            si los monarcas de España el dominio, y por este medio se acercó el reino de
            los cielos a todos los moradores de las Américas.
                    Tomaron los españoles posesión de los metales y preciosidades cadu-
            cas que contienen en sus senos subterráneos las Indias, pero recibieron en
            retorno sus habitantes la luz, la doctrina y la enseñanza de la sabiduría eterna,
            que los preparó y dió derecho a la herencia de las verdaderas riquezas e inco-
            rruptibles tesoros que ofrece el Señor a los que en las aguas del Sacramento
            que nos reengendra se alistan bajo de sus banderas, renunciando las obras del
            demonio y pompas vanas del siglo y observando la Ley y Preceptos del Altísi-
            mo.
                    ¡Oh, qué admirable comercio! ¡Que maravillosa conmutación de inte-
            reses y bienes inefables, para que estaban antes fuera de la senda y camino de



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