Page 432 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Estado del Perú
sido propender el aumento, grandeza y mejor dominio de nuestro Monarca y
Señor. Con que, sin la menor duda, es Vuestra Señoría Ilustrísima vivo pro-
totipo de aquel flámeo querubín que, galante y revestido de celo, venía en el
haz o frente de un carro triunfal que vió Exequiel; en el cual, bajo de solio,
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estaba una Majestad o su semejanza, coronada de un iris hermoso, símbolo de
la paz; tiraban a este misterioso carro unos animales todo ojos, o todo lleno de
ojos; las ruedas tenían vista, y en cada pestañear daban salud; finalmente, ese
mismo edificio era todo ojos, o porque el Querubín, príncipe de su consejo lo
estaba, como quiere Teodoreto, o porque el carro los tenía, como siente San
Gerónimo. En fin, esa hermosa y pomposa argentería era todo ojos, porque
era todo beneficios y misericordias; pues con los que se partían, caminaba;
con los que se quedaban, se paraba; con los que se sublimaban, se elevaba; y
todo su amable fin era ser el amable fin de todos:quia spiritus vite erat in retis.
Y si, accomodative, se llega a inquirir precisamente, diremos que ese miste-
rioso carro, teatro de misericordias, es el real Trono de España; y la Majestad
o su semejanza que coronada de iris la ocupa, es la Augusta y Sacra Majestad
del Señor Don Carlos III, o Su Excelencia como su real prototipo, y el celoso y
galante querubín que en el frontispicio del carro se ostenta, es infaliblemente
Vuestra Senoría Ilustrísima, como príncipe de su Consejo, defensor y guar-
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dia de su Sacra Majestad; todo ojos, porque está hecho ojos en todo lo que es
servicio de Dios, del Rey y de la Patria; y en el frontispicio del carro, porque es
el desempeño de la real clemencia de todos sus lugartenientes y demás reales
ministros que ocupan su majestuoso nombre, quienes son todo ojos, o están
llenos de ojos, porque son todo piedades para con esta su infeliz América.
Pues triunfe Vuestra Señoría Ilustrísima, cual otro Elías, o ese hermoso que-
rubín flameo en el frontispicio del real carro, hecho guía, hecho norte de los
más leales y victoriosos atletas, que gustoso y placentero ha fecundado este
ilustre, leal y noble Imperio meridional, quedando al mismo paso el amor y
sobresalientes servicios de Vuestra Señoría Ilustrísima vivos ejemplares para
saber servir, sin fatiga, a Dios, al Rey y a la Patria, otro que los valerosos ro-
manos, cuyos triunfos y victorias engrandecieron en un tiempo a la Reina del
Orbe, la ilustre Roma.
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244. Ezech. 1-28. [nota del autor]
245. Me parece que no todos los ilustrísimos señores obispos son del Consejo de Su Majestad. [nota del autor]
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